Un día antes de entrar en default técnico por el incumplimiento en el pago de un vencimiento de intereses de 5,9 millones de dólares, la Municipalidad de Córdoba logró un acuerdo con el principal tenedor del bono internacional que está en proceso de reestructuración. 

Según lo informado por Guillermo Acosta, secretario de Economía y Finanzas del municipio, el fondo de inversión chileno Moneda aceptó la propuesta de reestructuración, que consiste en postergar por un año el pago de intereses, prorrogar por tres años el pago del capital adeudado y reducir en promedio un 24 por ciento los intereses.

En el Palacio 6 de Julio consideran que se trata de un acuerdo importante: Moneda es el único tenedor que ostenta una posición bloqueadora, ya que tiene más del 25 por ciento del bono de 150 millones de pesos emitido en 2016 por el exintendente Ramón Mestre. Esto significa que ese fondo de inversión es el único con poder para impedir que la gestión de Martín Llaryora llegue al aval del 75 por ciento de los bonistas, que es el necesario para dar por cerrada la aceptación de la propuesta de reestructuración. Además, es el único tenedor que por sí mismo podría iniciar las acciones legales por la falta de cumplimiento en el pago de intereses: hace falta la representación del 25 por ciento para eso. 

La propuesta que esta semana hizo pública el municipio permitiría que la gestión Llaryora se libere del mayor compromiso financiero heredado de la gestión anterior. Sin reestructuración, el municipio debería pagar casi 12 millones de dólares anuales en concepto de intereses –son dos cuotas anuales de 5,9 millones de dólares, la segunda de este año incumplida– y en 2022, en 2023 y en 2024 y cancelar además 50 millones de dólares por año, un compromiso que ningún conocedor de las cuentas municipales considera de cumplimiento posible.

Acelerando

Tras el aval del principal tenedor, el municipio avanzó el jueves con cuatro acciones importantes en el marco de la compleja negociación que lleva adelante a través del banco Santander: agotó el plazo de gracia para el pago del cupón de intereses que había vencido el 29 de septiembre pasado, por lo que ingresó en default técnico, y el mismo día hizo pública su oferta de reestructuración, pero además le puso un plazo inminente a la discusión y un beneficio extra a los bonistas que aceptaran la propuesta antes del 10 de noviembre.

Según explicó Acosta, quienes tomen la oferta en los próximos 10 días, cobrarán parte de los intereses devengados que están impagos. Quienes terminen sumándose por efecto de las cláusulas de acción colectiva, no cobrarán nada en el corto plazo y los intereses se capitalizarán. "Se trata de un incentivo para alentar la aceptación de la oferta, que es la única posible para el municipio. El principal acreedor, tras analizar los flujos de fondos de la ciudad, aceptó rápidamente el acuerdo porque realmente se trata de una situación que el municipio no puede afrontar en los términos en que esa deuda fue emitida", indicó.

El funcionario recalcó la importancia del aval del acreedor mayoritario, dada la dificultad que representa negociar con tenedores muy atomizados: son más de 90 y se los está contactando uno por uno.

La oferta de reestructuración pospone por tres años la devolución del capital, pero también modifica la proporción. En lugar de devolver 50 millones de dólares anuales desde 2022 y en tres cuotas anuales consecutivas, se propone hacerlo en cuatro cuotas por pagar en desde 2024 y 2027. Todos los pagos corresponderán a la futura gestión municipal.

En cuanto al pago de intereses, el municipio solicitó una disminución promedio del 24 por ciento en la reducción de los cupones de interés. Hasta septiembre de 2021, el municipio pide no pagar intereses, y la reducción es sustancial en los dos años siguientes, es decir, durante la gestión Llaryora.

Aval nacional

Acosta recalcó que la estrategia de negociación cuenta con el aval de la Unidad de Reestructuración de las deudas provinciales, el organismo de la Nación que coordina a las 14 provincias que tienen deuda bajo ley extranjera. Córdoba es la única ciudad en esa mesa: no hay otro municipio en el país que tenga deuda externa.   

Los 10 días que vienen serán claves para el avance de la negociación. El objetivo del Ejecutivo es incrementar sustancialmente el porcentaje de bonistas dispuestos al acuerdo para lograr una tendencia que pueda convencer a los indecisos hasta llegar al 75 por ciento del total. Es problable que la negociación no esté resuelta antes del 10 de noviembre, pero no podrá extenderse más allá del 28 de diciembre. Ese es el plazo fatal que el municipio le puso a la validez de su oferta de reestructuración.