El año pasado las organizaciones populares no pudieron consensuar un documento único por la lectura política divergente sobre el proceso K. Hoy, acordaron un texto y se escucharon duros reclamos. Los sectores afines al gobierno, aparecieron debilitados.
El acto de las organizaciones populares volvió a ser distinto. El año pasado, por la puja del kirchenrismo, no lograron unificar un documento y cada organización leyó el suyo. Este año, por la presencia de sectores no alineados al gobierno nacional, las críticas fueron duras para la gestión nacional por la represión de la protesta social, la ley antiterrorista y los condenados por luchar. Los cuestionamientos también alcanzaron al gobierno de La Pampa.
Si bien se escucharon varias opiniones, las organizaciones lograron acordar un documento en el que se rescata la vigencia de los derechos humanos más allá de la represión en la última dictadura militar. Fue firmado por la CTA (Central de trabajadores de la Argentina); ATE (Asociación de Trabajadores del Estado); LUZ y FUERZA La Pampa; Agrupación Docente Carlos Fuentealba; Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas; Movimiento Pampeano de Derechos Humanos; Partido Comunista Hacia Una Constituyente Social en la Argentina; Desayunador Villa Germinal; Partido Comunista Revolucionario; Agrupación Surcos; Juventud Guevarista; Frente Estudiantil Popular; Federación Juvenil Comunista; Centro de Estudios y Debate Agustín Tosco (CEyD); ATP (Agrupación Tierra y Producción); Agrupación Feminista Cardo Ruso y Radio Cooperativa La Tosca 95.1.
Además del repudio a los genocidas, al terrorismo de estado, hubo críticas a los sucesivos gobiernos democráticos por sus políticas de derechos humanos, el sostenimiento de fuerzas de seguridad represivas y la persecución a los trabajadores y trabajadoras por luchar por la transformación de la sociedad capitalista.
Las organizaciones populares resaltaron que “el Estado Argentino ha configurado una seguidilla de leyes que caminan a contramarcha del campo popular y el pueblo pobre” y que fueron aprobadas con “mayoría kirchnerista. A saber, la reforma de la Ley Antiterrorista, que no hace sino cuestionar y criminalizar la protesta social, la huelga, paro, movilización, o cualquier otro hecho de reclamo social. Casualmente, a los efectivos de las fuerzas de seguridad que se amotinaron en diciembre no les aplicaron las generales de la ley”.
También resaltaron que “el pueblo tiene memoria, y es nuestro deber histórico como militantes del campo popular construir y preservar la memoria popular de los ninguneos del Estado o del gobierno de turno. Porque los compañeros y compañeras detenidas y desaparecidas no le pertenecen a ningún gobierno, le pertenecen al pueblo. Porque ellos lucharon y murieron por un sueño. Y ese sueño no era ningún capitalismo serio”.
Por su parte, el PTS cuestionó desde el escenario el nombramiento del “partícipe del genocidio, César Milani, al frente del ejército”, destacaron que Cristina Fernández jamás pronunció el “nombre de Jorge Julio López” y resaltaron que existen “más de 5.000 procesados por luchar”, la sanción y aplicación de “la ley antiterrorista, el de espionaje ilegal del Proyecto X contra la izquierda” y “la condena a los petroleros de Las Heras (Santa Cruz)”, a los que se responsabilizó de la muerte de un policía durante la represión estatal de una huelga y un piquete.
Este año el kirchnerismo perdió el consenso con el cual había intentado disciplinar el tradicional acto de las organizaciones populares. Los Pueblos Originarios hicieron una analogía con el cuadro de Videla y recordaron que las imágenes de Roca siguen en la mayoría de los edificios públicos.
Esta vez, no le alcanzó con azuzar la bandera de los juicios a los represores de la última dictadura militar y los gestos hacia determinados sectores como las Abuelas, las Madres e HIJOS.. Saben a poco. Y a remanido.
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