Por Gabriela Baigorrí“Como dijo el gobernador, José Alperovich, este 2014 no vamos a hablar de candidaturas”. Pues no hizo falta que de la boca de Osvaldo Jaldo saliera ayer ni una expresión relacionada con posibles postulaciones para 2015.
La pequeña multitud llegada desde comunas y municipios hizo que el salón Blanco pareciera tener la pequeñez de una caja de zapatos. La idea era demostrar el poder de convocatoria del líder de “El Interior”. Ese sello que acuñó el ahora ex diputado condensa, nada menos, que su principal capital político: la administración -y manejo- de los recursos y dirigentes de 93 comunas y de la mayoría de los 19 municipios. Sello con el que se firmaron los papeles con la leyenda “Alperovich 2015” que habían volado cerca de la Legislatura el 1 de marzo. Pícaro y calculador, Jaldo sí consideró que hacía falta mimar a quienes mimó en su discurso. A Alperovich, a la senadora Beatriz Rojkés, a los ministros, a los legisladores, a los intendentes y a los comisionados. Dejó a todos contentos y con los dedos en “V”. En los albores de su reasunción, Jaldo también se calzó el traje de “vengador” y les hizo sufrir a los “Mellizos” Orellana el peso de la “traición massista”.
Mientras Manzur sigue haciendo la valija, no hizo falta que Jaldo se pronunciara sobre una posible candidatura a gobernador o vice. Porque si el de ayer no fue un lanzamiento, se le pareció bastante.
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