Un acto pospuesto, un faltazo anunciado y la silenciosa puja de Raverta y Pulti

Un acto pospuesto, un faltazo anunciado y la silenciosa puja de Raverta y Pulti

La UCR y el PRO bonaerenses postergaron un encuentro que iban a realizar mañana en La Plata. La actitud del intendente, que no iba a ir, volvió a reflejar su cercanía con el Gobierno. Y una diferencia estratégica con Abad. Vuelven a aflorar tensiones entre la ex titular de Anses y el ex intendente.

Por Ramiro Melucci.

“Lo invitaron por un flyer y no sabemos para qué es”. Con ese argumento rechazaban cerca del intendente Guillermo Montenegro la invitación para asistir mañana a un encuentro del PRO y la UCR de la provincia de Buenos Aires. El acto se pospuso finalmente para el martes 18, pero sirvió para exhibir la grieta que se está abriendo en el partido de Mauricio Macri entre los que responden al ex presidente y ven las dificultades para cerrar un acuerdo institucional con La Libertad Avanza y los que, como Montenegro, están dispuestos a hacer lo que sea necesario para lograrlo.

Dentro de ese lote, el intendente arma dupla con Diego Santilli. Los dos ya dejaron claro que el camino para “terminar con el kirchnerismo” en la provincia es junto al partido del presidente Javier Milei. “No vamos a ser un obstáculo”, agregan cerca del intendente. Y aseguran que en Mar del Plata “los números de Montenegro y Milei son contundentes”.

La cercanía a Milei es proporcional al alejamiento de Macri. La semana pasada circuló con fuerza la versión del malestar del titular del PRO por la decisión de Montenegro de visitar al asesor presidencial Santiago Caputo después de la última reunión partidaria. En donde el intendente fue la voz cantante de la resistencia a un comunicado contra la designación por decreto de Ariel Lijo en la Corte Suprema.

¿Qué es hacer todo lo posible para “arrasar a los K”, el lema que se tatúa el intendente para el próximo round electoral? En el entorno del jefe comunal aseguran que todas las cartas están sobre la mesa y deslizan que existirían alternativas para que la confluencia con los libertarios no sea a base de pintura violeta. Sería, según trascendió, un acuerdo de La Libertad Avanza con un lote de dirigentes del PRO bonaerense encabezado por Santilli. En LLA creen, en cambio, que terminará sucediendo lo que más le conviene al Gobierno para fulminar a Macri: un goteo de dirigentes que lleguen a las filas libertarias sin demasiadas diferencias con lo que hizo en su momento el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.

Como sea, Montenegro aspira a tener un rol determinante en el combate contra el kirchnerismo, una vidriera más amplia para mostrarse como la antítesis de Axel Kicillof. Se especula tanto con el Ministerio de Justicia como con la posibilidad de que encabece la lista de senadores bonaerenses por la quinta sección electoral.

¿Qué es hacer todo lo posible para “arrasar a los K”, el lema que se tatúa el intendente para el próximo round electoral? En el entorno del jefe comunal aseguran que todas las cartas están sobre la mesa 

Con el acto pospuesto empiezan a evidenciarse también las diferencias estratégicas para la provincia de Buenos Aires de los dos grandes socios del gobierno local: Montenegro y Maximiliano Abad. Los dirigentes del PRO que organizan el cónclave con el senador radical ya no parecen mirar la política a través de la misma lente que usa el intendente. El gran interrogante es qué sucederá en el municipio si, como todo parece indicar, los senderos de uno y otros empiezan a bifurcarse.

Es verdad que los dos piensan en la necesidad de que no haya divisiones entre los buscan derrotar a Kicillof. Pero la manera de llegar a esa confluencia que insinúa uno (con la fuerza de los intendentes radicales y del PRO como eje convocante) no parecería la misma que comenzó a experimentar el otro: con una bandera en la mano que, como su discurso en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante, pregona libertad.  

La Coalición Cívica local, socia minoritaria de Montenegro en el gobierno municipal, está encerrada en su propio laberinto. Reclama un acuerdo antikirchnerista en la provincia de Buenos Aires y sostiene una buena relación con los referentes locales de La Libertad Avanza, con claras coincidencias ideológicas. Pero Elisa Carrió, la líder nacional del partido, no se priva de lanzar misiles contra Milei y su hermana. La última ráfaga fue completa. Definió al escándalo cripto de “estafa piramidal”, caracterizó de cajera a Karina Milei y calificó de “inconstitucional” el nombramiento de Lijo por decreto.

Anunció, de paso, la intención de presentarse como candidata a diputada nacional por la provincia. En la CC marplatense se enteraron por TV, sin saber por anticipado si se trataba de una decisión irrevocable o un ardid preelectoral. ¿Cómo podrían los dirigentes de la Coalición de Mar del Plata sumarse a un acuerdo con La Libertad Avanza en la provincia cuando su líder nacional acribilla al Presidente por los medios? Los que defienden el sello en la ciudad creen que el milagro lo podría provocar el desdoblamiento electoral. Los libertarios solo lo ven posible si rompen con Carrió y se embadurnan de violeta. 

Raverta fue designada por Cristina Kirchner secretaria de Seguridad Social del PJ nacional. 

En el peronismo el río sigue tan revuelto como siempre. Después del experimento del Encuentro Marplatense en la última elección, Fernanda Raverta y Gustavo Pulti volvieron a ubicarse en veredas enfrentadas de una misma calle.

La ex titular de Anses viene de lograr una ratificación de Cristina Kirchner: la designó secretaria de Seguridad Social e Inclusión para las Personas con Discapacidad del PJ nacional. El ex intendente se abraza a Kicillof y actúa como el referente del gobierno provincial en Mar del Plata. Se sienta en una silla que, por la dinámica interna, Raverta había dejado vacía.

En el Concejo hace tiempo que no se advierte una estrategia común. La oposición es como el interbloque oficialista: vota junta, pero piensa separada. Basta como muestra lo que sucedió con el pedido de interpelación de Eva Ayala, de Acción Marplatense, a la secretaria de Salud, Viviana Bernabei. El énfasis de la autora del proyecto contrató como pocas veces con el silencio sepulcral de Unión por la Patria.

En cambio, unos días después el kirchnerismo local reclamó la aprobación de la Empresa Bonaerense de Emergencias en Salud −que busca aprobar Kicillof en la Legislatura− y aprovechó para lanzar contra el SAME y el sistema de salud municipal la munición que se guardó cuando Ayala acometía contra Bernabei. Ergo, no es que la bancada de Unión por la Patria no tuviera nada para decir, sino que no quiso hacerlo en los términos que proponía Acción Marplatense.  

En esa tensión se van acercando al tiempo electoral. Salvo que se habiliten las colectoras, la lista sería una sola. Y ya afloran los viejos rencores del anterior cierre. “Fernanda le dio a Gustavo el lugar que le correspondía a La Cámpora y dejó a su propio candidato al borde de no entrar al Concejo. Ellos, apenas asumieron, partieron el bloque, igual que el Frente Renovador”, murmuran en el campamento K. Acaso un anticipo de que esta vez Raverta, siempre acusada por lo bajo de sectaria, ya no estaría dispuesta a actuar con tal generosidad.

Lo cierto es que todas las especulaciones se hacen sin que todavía estén definidos el cronograma y el formato electoral. En la apertura de sesiones en la Legislatura, Kicillof pidió a los senadores y diputados que aceleren una decisión sobre la suspensión de las PASO provinciales, contó que en los simulacros que se hicieron con la Boleta Única de Papel para cargos nacionales “el tiempo de votación se incrementa notablemente, lo que puede generar innumerables problemas”, y subrayó la necesidad de “encontrar la forma de garantizar una votación eficiente para los bonaerenses”. ¿Una señal hacia el tan mentado desdoblamiento? Quizá, pero todavía está por verse.

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