Los 30 ecologistas detenidos en San Petersburgo, entre los que se encuentran los argentinos Hernán Pérez Orsi y Camila Speziale, recibirían el beneficio que se establecería por los veinte años de la Constitución de aquel país.
A su vez, existiría una instancia judicial que otorga a los jóvenes activistas a ir donde ellos quieran, pero para eso deben tener una visa. "El código de procedimiento penal no prevé restricción alguna de traslado para las personas acusadas y liberadas bajo caución", señaló una fuente judicial rusa que prefirió mantener el anonimato. Y añadió: "Pueden ir también a otro planeta, si quieren. Lo principal es que se presenten cuando son citados para la investigación, en caso contrario la caución se convertirá en propiedad del Estado."
En tanto, los abogados de los activistas de Greenpeace ya están solicitando esas visas al Comité de Investigación las Solicitudes de Visas para los ciudadanos extranjeros. Si el pedido se aprueba, los ecologistas podrían dejar Rusia mientras continúan las investigaciones en curso por la protesta pacífica de Greenpeace en el Ártico.
Actualmente alojados en un hotel en San Petersburgo, el Comité debe responder a la solicitud dentro de los tres días.
Jasper Teulings, de Greenpeace Internacional, señaló en un comunicado: "Esta es una situación única donde los 30 del Ártico fueron acusados y luego liberados bajo fianza dentro de Rusia luego de ser detenidos en aguas internacionales fuera de aguas rusas. Tenemos esperanzas de que este asunto pueda resolverse. Greenpeace continuará alegando para que se retiren los cargos de vandalismo y todos los cargos que se les imputan."
Por su parte, Ben Ayliffe, el coordinador de la Campaña del Ártico de Greenpeace Internacional señaló: "Desde su liberación los 30 activistas han tenido chequeos médicos, han hablado o han tenido visita de sus familiares, han tenido cantidad de comida y descanso. Greenpeace no puede estar seguro de que las visas serán concedidas y no podemos prometer que nuestros amigos puedan abandonar Rusia, pero estamos haciendo lo mejor para llevarlos a casa lo más pronto posible. Ya han pagado un precio absurdo por participar en una protesta pacífica para denunciar los peligros de un derrame de petróleo en el Ártico."
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