En el Día Mundial del Ambiente, organizaciones y activistas cordobeses alzan su voz a favor de la educación ambiental. Cuáles son sus motivaciones y obstáculos a la hora de militar políticas ambientales.
Incendios forestales, crisis hídrica, basurales a cielo abierto, y la lista de problemáticas ambientales en la provincia de Córdoba podría seguir.
En el medio de ese contexto se encuentran organizaciones y activistas dispuestos a darle lucha a un sistema que no logran (o no quieren) dimensionar el daño que recibe el ambiente. Y que en las generaciones más jóvenes reconoce la inspiración de la líder global Greta Thunberg.
La mayoría de los jóvenes cordobeses interesados en el cambio climático busca información por iniciativa propia. Generar conciencia fue el siguiente paso hasta el activismo. ”Al enterarme de las problemáticas pensé ‘qué puedo hacer’ y ahí fue cuando me encontré con Jóvenes por el Clima”, cuenta Brisa Luque, activista en Jóvenes por el Clima Córdoba (JPC).
“Es increíble ver la cantidad de adolescentes interesados en lo ambiental. Su activismo viene de la curiosidad y la necesidad de proactividad frente a la situación”, expresa Dana Oyarzábal, coordinadora de incidencia política de la organización.
Brisa, quien tiene 17 años, resalta la importancia de la información y señala: “Faltan charlas de educación ambiental en las escuelas para abrir las puertas”.
Otra de las organizaciones que pisan fuerte en la Capital es Agenda Ambiental Córdoba, conformada por jóvenes de 20 a 25 años. Su cofundador, Emiliano Depetris, tuvo su puntapié inicial como activista cuando tenia 13 años en una acción llamada “Reforestando nuestro pueblo”.
“Cuando vine a la universidad en Córdoba Capital pensé en dejar el activismo, pero a la vez me empecé a involucrar en acciones de la ciudad y me di cuenta que no era un hobbie”, cuenta Emiliano.
La organización lleva adelante un programa de educación para alumnos de escuelas primarias y secundarias que tiene por objetivo enseñar y concientizar sobre el proceso y la importancia de un árbol, con enfoque transversal desde las materias lengua, matemática, arte y biología.
EL ACTIVISMO DE NUEVAS GENERACIONES
En la actualidad, la ecología para las infancias y los adolescentes es entendida de otra manera en comparación con los adultos.
“En una acción que hicimos repiques de algarrobos se sumaron scouts de 10 a 15 años. Hay un interés genuino, mucha predisposición y por sobre todo información. Ellos ya saben cuál es el valor de un árbol para el ambiente. Se nota que empieza a haber un cambio desde las nuevas generaciones”, expresa Emiliano Depetris.
Dentro de la organización, tienen una acción abierta de reforestación en la cual participan tanto adultos como niños, los que “trabajan con todas las pilas”, según señala Emiliano.
Luciana Peirone, bióloga y becaria del Conicet, por su parte, organiza “Caminatas explorativas” en distintos puntos de las sierras de Córdoba, a las que pueden asistir niños de 8 años en adelante.
“Hay un despertar a muy temprana edad que tiene que ver por las consecuencias que ya vemos del cambio climático, y por otro lado por el acceso ilimitado a la información en internet. Podía hablar con ellos de uno a uno”, afirma Peirone.
Por otro lado, en la escena se encuentra Agustín Cerda, quien con 21 años tiene una larga carrera dentro de organizaciones ambientales y ahora es secretario del Foro Ambiental Córdoba.
También, se desenvuelve como activista independiente en redes sociales, comunicando sobre las cuestiones ecológicas relevantes del momento.
“Los que miran mi contenido son jóvenes que entienden que lo ambiental tiene que empezar a ser una prioridad”, señala.
En su cuenta de Instagram sus historias destacadas muestran coberturas de cada una de los problemas ambientales. Al respecto, agrega: “los reclamos que planteo en redes sociales vienen acompañados por especialistas y organizaciones, para informar de manera responsable”.
Por otro lado, desde su participación en el Foro Ambiental, apunta a abrir el camino para que más jóvenes participen en los estudios de la organización, porque al final los aportes son los que enriquecen las políticas ambientales.
LA LÍDER INDISCUTIDA
El movimiento de jóvenes por el cambio climático fue en gran medida inspirado por el activismo de Greta Thunberg, quien a temprana edad supo buscar espacio para alzar su voz.
Años atrás la organización de Greta, Fridays For Future, sembró su semilla en Córdoba,
“Al ser algo mundial, nosotras nos sentíamos representantes”, manifiesta Magalí Soler, exmiembro de Fridays For Future Córdoba (FFF).
“En mi paso por FFF, vi a adolescentes de 15 o 16 años dispuestos a ponerse a activar con pilas. A su vez, mi activismo me hizo pensar en mi carrera (diseño de indumentaria) en el impacto de la industria textil que es muy contaminante. Creo que todo tiene un punto de vista ecológico”, agrega.
Aunque en la actualidad la organización de Greta en Córdoba no tiene actividades, su figura permanece como inspiración para cada uno de los integrantes del movimiento ecológico.
“Ella es una persona que nos representa al 100 por ciento. Alguien que mueve 198 países en un mismo día sin dudas es una persona a quien mirar”, expresan desde Agenda Ambiental.
Según Dana Oyarzábal, de JPC, hay un vínculo estrecho entre Fridays For Future y JPC porque lo que ella hacía en Europa se intentó replicar en Argentina. “Es una referente fuerte, empezó desde muy chica y le hizo frente a muchos con poder”, enfatiza.
CIUDAD Y NATURALEZA
Este domingo se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, luego de 50 años de la primera Conferencia de las Naciones Unidas. Bajo el tema “Una sola Tierra”, la edición de este año llama a vivir de manera sostenible y en armonía con la naturaleza.
Los activistas y especialistas consultados coinciden: la vida en la ciudad genera una desconexión total con la naturaleza.
“Hay que tomar acciones para restaurar estos ecosistemas y restaurar la relación con la naturaleza. Es como si en las ciudades no necesitáramos vegetación, biodiversidad y oxígeno”, comenta la bióloga Peirone.
Luciana confiesa que considera desgastador que el enfoque del cuidado siempre sea desde la alarma, siendo que tendría que ser desde los beneficios que nos da el contacto con la naturaleza, un camino más sanador y restaurador. Lejos de la idea que el rumbo es hacia el colapso.
La existencia de los espacios verdes parece ser una de las opciones rumbo al vínculo con la naturaleza, pero inclusive en ellos se pueden apreciar problemáticas.
“En 20 años voy a seguir viviendo en la ciudad y no me gustaría que esté llena de basura, con un río contaminado y con funcionarios que no escuchan, sino en una ciudad sostenible”, expresa Agustín Cerda.
A la altura que nos encontramos de crisis climática es difícil no dimensionar su importancia, por parte de Jóvenes por el Clima rescatan la idea de que la sociedad es una con el ambiente y por eso el impacto es directo.
EL PRÓXIMO PASO
El reclamo por parte de organizaciones y activistas sugiere que no existen espacios de incidencia en temáticas ambientales. También, enfatizan en la necesidad de que el ambiente ingrese a la agenda política y social.
En ese sentido, Cerda explica: “muchas veces salen medidas ambientales desde el Gobierno pero no se escucha a los vecinos, especialistas y organizaciones. Lo que necesitamos es la construcción de una política ambiental de manera colaborativa.”
Si bien la preocupación de los jóvenes es notoria, para algunos el número no es suficiente. Según Brisa hace falta que más jóvenes se involucren y que para ello es necesario encontrar el foco problemáticas locales, para que les interpele. “La crisis climática no es tan lejana como pensamos, veo que mis compañeros tienen ganas pero hace falta engancharlos”, agrega.
Agustín, por su parte, para finalizar, enfatiza: “Todo está conectado, todos somos parte del ambiente y depende de cada uno hacerse cargo”.
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