Con la habilitación del relleno sanitario, cerraron el basural a cielo abierto, instalaron contenedores y prevén colocar cestos en las tres calles principales. Además, aprobaron una norma que fija multas para infracciones que van desde abandonar rodados en la vía pública hasta dejar que las mascotas la ensucien con excremento.
Con diferentes medidas ejecutadas y otras proyectadas, la Municipalidad de Curuzú Cuatiá está desarrollando un plan integral destinado a erradicar los desechos de los espacios públicos para así colaborar con el cuidado del medio ambiente y al mismo tiempo mejorar la estética general de la ciudad.
El último jueves, la Comuna habilitó oficialmente un relleno sanitario y, en paralelo, cerró un basural a cielo abierto que funcionaba en un predio que ahora será saneado. Pero además, hace un par de meses incorporó una serie de equipamientos y hasta un tercer turno de trabajo para así mejorar el funcionamiento de la Planta de Manejo de Residuos (Plamares).
En tanto, en la noche del miércoles, en el Concejo se aprobó un proyecto de ordenanza a través de la cual el Municipio se adhiere a dos leyes referidas a la gestión integral de residuos: la Nº 25.916 (Nacional) y la Provincial, Nº 6.422.
Al mismo tiempo, que la normativa municipal impulsada por el Ejecutivo de Curuzú Cuatiá contempla una pormenorizada lista de contravenciones y sanciones para quienes tengan conductas que provoquen que residuos estén alojados en los espacios públicos.
“Mantener sucia y descuidada la acera y calzada del frente correspondiente a su domicilio, negocio o empresa; permitir que animales domésticos ensucien con sus excrementos la vía pública; abandonar en los espacios públicos vehículos fuera de uso y, en general, cualquier clase de chatarra e incinerar a cielo abierto residuos en general”, son tan sólo algunas de las conductas consideradas como pasibles de una multa.
La ordenanza también establece que las sanciones serán equivalentes -de acuerdo al tipo de infracción- al costo de 20, 30, 40 o 50 litros de nafta súper. No obstante, la citada legislación aclara que “a partir de su aprobación, habrá un plazo de 12 meses para su cumplimiento definitivo”.
Concientización
“El objetivo de la ordenanza no es recaudar, sino contar con una normativa que especifique cuáles son las conductas que no contribuyen a mantener limpios los espacios públicos y que al ser contravenciones, son pasibles de sanciones”, expresó Aldo Lambert, el subdirector de Saneamiento Ambiental que es precisamente el órgano de aplicación de la legislación aprobada en el recinto. En este contexto, en diálogo con El Litoral, hizo hincapié que “lo que se pretende con esa normativa y con las medidas que se están ejecutando y proyectando, es tener una ciudad cada día más limpia. Es una de las metas de la gestión municipal liderada por el intendente José Irigoyen”.
Con respecto a esto, el funcionario comunal recordó que recientemente se habilitó el relleno sanitario y se cerró el basural a cielo abierto. Asimismo, el Municipio invirtió en la compra de 15 volquetes para residuos que ya fueron colocados en la zona suburbana para tratar de erradicar los minibasurales a cielo abierto.
Contenedores dobles
También, el Municipio ya adquirió cestos que se colocarán en las tres principales calles de la ciudad: Berón de Astrada, Caá Guazú y Castillo. En cada esquina habrá uno para residuos orgánicos y otro, para inorgánicos. Lo mismo se hará en los diferentes espacios verdes que hay en la ciudad”, destacó Lambert en diálogo con este diario. Al mismo tiempo, remarcó que “es trascendental el acompañamiento de toda la población”.
Las medidas que ejecute el Municipio son importantes -indicó- pero “sin lugar a dudas, necesitamos que todos los curuzucuateños contribuyamos a diario para que nuestra ciudad esté cada vez más limpia”, concluyó.
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