"Los ministros cambian, los juicios persisten", repiten los fondos de inversión, que esperan otra oferta de Guzmán. Si el viernes no llega, optarán por la vía judicial.
Por Guillermo Laborda
Quizás lo más relevante que dejó la salida de Alejandro Vanoli del ANSES fue la difusión de los activos del FGS (Fondo de Garantía de Sustentabilidad), el botín obtenido tras la estatización de las AFJP en 2008. Se conocían los números del FGS al tercer trimestre del 2019. Vanoli buscó desligarse de lo que se viene y por ello publicó la información al 23 de abril pasado.
De los casi u$s 50.000 millones de dólares que contaba en diciembre de 2015, pasaron a ser u$s 30.300 millones el 10 de diciembre pasado y ahora, al 24 de abril poco menos de u$s 22 mil millones (al tipo de cambio bursátil). Macrismo y kirchnerismo unidos en la desvalorización.
La suba del dólar en realidad derrite el valor de todos los activos argentinos. El BCRA y la Comisión Nacional de Valores lanzaron una serie de medidas para, en la terminología oficial, "reducir el ruido que genera en la macroeconomía" el despegue del "contado con liqui", el "MEP" y el tradicional blue. Miguel Pesce está preocupado por la persistente demanda de dólares en el mercado oficial (pagos de importaciones) y la oferta (liquidación de exportadores) que escasea.
Con brecha de 70%, es ineludible la tentación de subfacturar y sobrefacturar respectivamente para hacerse del fruto prohibido. No son pocos los pecadores. En un mes en el que debería el BCRA estar sumando reservas, intervino con cerca de 400 millones en la última semana.
Pero puede haber más medidas en curso. Ya están vigentes las trabas al acceso al cambio oficial para empresas que se vieron beneficiados por algún tipo de ayuda estatal por el COVID-19. Quienes compran 200 dólares al cambio oficial no pueden operar por 30 días el dólar CCL o MEP. Ya se obligó a fondos comunes de inversión en pesos a reducir su tenencia de moneda extranjera.
Por ello es que en las próximas dos semanas puede existir algo de calma en el precio de los dólares bursátiles. Puede ayudar a esa calma también la proximidad del vencimiento del pago del Impuesto a las Ganancias. Empresas poseen un nivel de dolarización total, por lo que, para afrontar ese pago impositivo, se desprenderán mayormente dólares.
Ante un eventual recalentamiento cambiario, el BCRA y la CNV irán por más. No hay que aguardar gestos al mercado. Todo lo contrario. En una reunión con agentes hace una semana, funcionarios de ambas entidades, enviaron un mensaje: "no hagan ruido". La inversa del pedido del Papa Francisco a los jóvenes. Del "donde hay jóvenes tiene que haber ruido" se pasa al "donde hay dólar Bolsa tiene que haber silencio".
Esto significa que en la medida en que el dólar y la brecha aparezcan en titulares de los diarios, portales y zócalos de programas de TV, más crecen las chances de nuevas medidas. En la bazooka oficial están disposiciones que van desde el recorte a las compras con tarjeta en moneda extranjera (aún sin viajes) hasta la erosión del "contado con liqui"y "dólar MEP".
Están a tiro de una simple resolución de la CNV. El "contado con liqui" fue evolucionando: nació con bonos, después con CEDEAR, se unificó con el CEDEAR de Lockheed Martin que tenía los costos de conversión más bajos, y ahora con los bonos.
Recuérdese que la compra de "contado con liqui" y el dólar MEP son simplemente la compra de un bono o acción con pesos y su inmediata venta contra dólares. Si uno analiza el comportamiento oficial entre 2011 y 2015 se observa que cada vez que la brecha se acercó al 70%, hubo medidas y nuevas restricciones. No somos Venezuela. El poeta decía que Buenos Aires es eterna, como el agua y el aire, y también lo es el dólar blue, inmune a disposiciones del BCRA o CNV.
De corto plazo, la amenaza al mercado cambiario viene de la mano de la renegociación de la deuda. Vence en teoría el viernes 8 la oferta unilateral planteada por el ministro Guzmán. La probabilidad de que se consiga la adhesión necesaria, representativa en general del 75% monto de cada emisión o una combinación de porcentajes, es muy baja, ínfima, cercana a cero.
Un argentino que ocupa un alto cargo en un hedge fund en Nueva York explicó a La Política Online el porqué del rechazo a la oferta del discípulo de Stiglitz: "Con tres años de gracia y tan bajo pago de intereses (arranca con sólo 0,5% anual), los nuevos bonos que ofrece Guzmán son casi un cero cupón; hay que aguardar al vencimiento final del bono para poder cobrar y en un país que tiene un pasado de defaulteador serial, es probable que no se lo pague".
Por ello la opción elegida de fondos acreedores, salvo mejoras de último momento por parte de Guzmán, es la de apostar al camino legal que asegura una tasa igual a la del bono inicial y punitorios de 9% anual bajo la legislación Nueva York. El mensaje desde Nueva York al gobierno es que "los ministros cambian, los juicios persisten".
Los mercados emergentes reflejan hoy el cielo y el infierno. Por decreto, Perú autorizó la emisión de u$s 4.000 millones para financiar gastos adicionales que trae aparejado el COVID-19. Esto ocurre 15 días después de que el país que preside Martín Vizcarra colocara bonos por u$s 3.000 millones a menos del 3% anual con ofertas que sumaron 25.000 millones de dólares. No habrá impresión masiva de billetes, sólo aumento de la deuda en un país que es "investment grade" para las calificadoras de riesgo internacional. La contracara es Líbano, con una crisis que no halla límite.
En Trípoli hubo en las últimas noches revueltas calllejeras, con el país jaqueado por el coronavirus, una caída de su moneda, default e inflación. El total de la deuda libanesa ascendió al 170% de su PBI y ahora, en proceso de reestructuración, debe encarrilar sus cuentas públicas para acceder al crédito internacional. El FMI observa y por ahora sólo brinda asistencia técnica.
La cuenta regresiva de la deuda tiene como finalización el 22 de mayo, cuando puede ingresar en default al no pagar los Globales 2021, 2026 y 2046 por u$s 503 millones. Sería para el récord de los Guinness que un país, en un mundo con tasa negativa, y por tan bajo monto, entre en cesación de pagos. Pero no es la única fecha límite. Una semana después existe un vencimiento con el Club de París por u$s 2.100 millones, de los cuales sólo el 50% es renovable por un año.
Es difícil aventurar que Alberto Fernández en tan sólo una semana entre en default con bonistas (papeles emitidos bajo legislación extranjera) y los países agrupados en el Club de París. En este último caso la sanción no es judicial sino financiera: automáticamente se cortan los desembolsos de bancos de fomento como el Eximbank. También quedan afectados desembolsos de organismos internacionales.
Infructuosamente Guzmán buscó en el sector privado aval explícito a su oferta y a la gestión en general por la deuda. Logró mensajes de apoyo previsibles de gobernadores que peregrinan a Hipólito Irigoyen 250 en búsqueda de fondos. Del sector privado hubo un grupo aislado de empresarios que emitieron un comunicado, la UIA y ADEBA (pero sólo apoyo a la gestión de renegociar sin aval explícito a la oferta y quita planteada por Guzmán).
Otras agrupaciones como el Foro de Convergencia Empresarial, asociaciones de compañías de seguros, los bancos extranjeros (ABA), optaron por el silencio. El ministro sabe que se juega su suerte en la solución a la puja con los acreedores aunque su diálogo frecuente con Cristina Kirchner le va brindando una coraza dentro del gobierno. No es Vanoli. Pelearse con acreedores bajo el manto de la "sostenibilidad de la deuda" mejora el estatus en círculos kirchneristas.
A las empresas les preocupa más que la deuda y Guzmán, la propia supervivencia. El pago de los salarios de abril ya obliga a magia financiera en muchos sectores. Las que atienen consumo masivo o puntualmente alimentación, tienen una batalla propia, específica, que es por la actualización de los precios máximos. Plantean ante Matías Kulfas y Paula Español una actualización trimestral. Caso contrario, se esboza la amenaza del abastecimiento de determinados productos.
El frío de la economía derrite el valor de los activos argentinos. También salarios. Y jubilaciones por encima de la mínima. Sólo resta aguardar que la crisis sea lo más efímera posible y se vuelva al estado sólido.
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