Moscú firmó un acuerdo para reestructurar 3150 millones de dólares; Pekín dio su respaldo diplomático
ARACAS.- Rusia y China acudieron al rescate de Nicolás Maduro cuando más falta le hacía al líder bolivariano, en plena crisis crediticia y con un país a la deriva en medio de la tempestad económica.
Un espaldarazo de peso de dos potencias mundiales cuando las dudas e incertidumbres de gobiernos, mercados y acreedores marcan el proceso de reestructuración y refinanciamiento ordenado por el gobierno de Caracas. Pese al esfuerzo revolucionario, el suspenso persiste entre los operadores económicos.
El primer paso para la reestructuración y el refinanciamiento se dio ayer en Moscú, donde se firmó el acuerdo para pagar 3150 millones a lo largo de los próximos 10 años. Del lado ruso, Sergei Storchak, viceministro de Finanzas. Del lado venezolano, Simón Zerpa, nuevo ministro de Economía, que está incluido en la lista de sancionados por Estados Unidos.
El gobierno de Caracas reconoció que los fondos rusos prestados a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no están incluidos en esta reestructuración. Precisamente expertos rusos participan desde hace dos meses en la evaluación de las refinerías venezolanas, que sufren deterioro, mala gestión y corrupción. Pdvsa extrae hoy menos de dos millones de barriles por día, una caída en la producción que le hizo descender a cotas de hace tres décadas.
Hay que destacar que la firma de ayer incumple las normativas internacionales, ya que no fue refrendada por el Parlamento venezolano, de mayoría opositora. Rusia sí ve con buenos ojos a la Asamblea Nacional Constituyente, el órgano revolucionario impuesto tras el "mayor fraude electoral de la Historia de América", como denunció la secretaría general de la OEA, que intenta reemplazar al Parlamento legítimo en estas operaciones.
El segundo respaldo llegó desde China. "Creemos que el gobierno venezolano y la gente tienen la capacidad de manejar adecuadamente sus asuntos, incluido el tema de la deuda", afirmó Geng Shuang, canciller chino. Una declaración trascendental, ya que el gobierno chino encabeza la lista de acreedores, con más de 23.000 millones de dólares por cobrar, que se han ido sumando gracias a los acuerdos de petróleo por préstamos desde hace una década.
El apoyo de rusos y chinos se produce horas después de que el gobierno de Maduro asegurara que han comenzado a pagar sus deudas pese a que las agencias de calificación Fitch Rating y Standard & Poor's (S&P) declararon el incumplimiento parcial de los últimos pagos.
El gobierno argumenta que en 36 meses devolvió más de 73.000 millones de dólares por concepto de capital reembolsado e intereses. En sus mejores años, con el precio del barril de petróleo por encima de los 100 dólares, Venezuela recibió 970.000 millones. Hoy sólo quedan 9700 millones en sus reservas internacionales.
El pago de la multimillonaria deuda exterior, que se cifra entre 128.000 y 150.000 millones de dólares, está repercutiendo directamente en el día a día del pueblo venezolano. Ya transcurrieron dos meses desde que el Estado dejara de bajar dólares para las subastas de divisas, lo que llevó al dólar blue a seguir cabalgando sin control. El cambio paralelo del dólar pulverizó ayer la barrera de los 60.000 bolívares, cuando hace dos meses se cambiaba a 14.000.
El Ministerio de Economía insistió ayer en que pese a todo ha iniciado la transferencia de los intereses de los bonos soberanos 2019 y 2024, valorados en 199 millones. "Nuestro gobierno sigue cumpliendo", aseguró en un comunicado. Maniobra parecida realizó Pdvsa, que aseguró haber ejecutado el pago de los intereses de sus bonos 2027 y que los intereses de los bonos 2020 y capital de los bonos 2017 "fueron realizados con éxito".
Pese al optimismo tan bolivariano que desprenden sus intervenciones públicas, los inversores dudan en un 90% que el gobierno vaya a pagar los 60.000 millones en bonos basura, sobre todo cuando el chavismo necesita dinero en efectivo para manejar las elecciones municipales y las presidenciales. Y todo ello en medio de una tormenta económica perfecta, que suma hiperinflación, escasez, desabastecimiento y falta de efectivo.
La oposición plantea una hoja de ruta
Líderes opositores, junto a dirigentes sindicales y estudiantiles, propusieron realizar elecciones primarias en diciembre para escoger el candidato unitario que se medirá con el chavismo en las presidenciales previstas para 2018. "Nuestra ruta propone definir ya una fecha para elegir en primarias un candidato presidencial para que junto a la presión nacional e internacional logre condiciones y garantías justas para el proceso electoral", dijo Juan Pablo Guanipa, en nombre del partido Primero Justicia (PJ), que lidera Henrique Capriles. Guanipa, electo gobernador del estado de Zulia y luego despojado de su cargo por decisión de la Asamblea Constituyente, propuso además redefinir la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y diseñar estrategias urgentes de cara a los comicios.
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