En el afán de sellar la fuga de votos del Frente de Todos hacia otras fuerzas políticas, Mario Gygli, secretario general del municipio y uno de los principales armadores de la estrategia electoral de Facundo López, hundió Axel Kicillof, candidato a gobernador.
Sin tapujos apeló a la denominada "campaña del miedo". Las palabras del funcionario recordaron las épocas en las que a Necochea se la castigó por el resultado de las urnas. Mientras ciudades cercanas recibían obras y beneficios por parte del gobierno provincial, a nuestra ciudad llegaban los anuncios. La planta de tratamiento de efluentes cloacales, complejos de viviendas, el frente costero, planta de tratamiento de residuos sólidos son algunas de las obras prometidas e incumplidas.
En una nota publicada por Necochea Digital, las palabras de Gygli dejan muy mal parado a Kicillof: “De acuerdo a los últimos resultados, si hiciéramos caso a las urnas y no hubiera ninguna modificación, pasaría lo siguiente: (Arturo) Rojas sería, supuestamente, intendente; y ya no tendría los fondos del puerto ni el apoyo de provincia y nación, entonces ¿con qué haría todo lo que promete que va a hacer?”.
La sintonía fina en el distrito dejó a su paso un intendente destituido por corrupción y uno de los juicios más escandalosos de la historia de Necochea que imputa a los nuevos socios de Facundo López de cohecho, peculado, facilitación de negociados y la sospecha de la entrega irregular de un predio de incalculable valor inmobiliario en Puerto Quequén.
La administración de López recibió 700 millones de pesos en obra pública del gobierno provincial, siendo el mayor volumen de recursos recibidos en las últimas décadas. Vale mencionar, además, que el 50 por ciento de los recursos del municipio provienen de la provincia.
Según se indica en el cálculo de recursos por procedencia, de los 2.057.864.825 pesos presupuestados para el corriente año, 1.129.573.928,65 son de origen municipal y 928.290.797,01 del tesoro provincial.
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