La multinacional de origen indio quiere arrebatarle a la T parte de su mercado cautivo. Paolo se concentra en Vaca Muerta y las inversiones siderúrgicas se las lleva afuera. El malestar creciente con el Gobierno.
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DIEGO GENOUD
La operación generó un fuerte malestar en la comandancia del Grupo Techint. La multinacional Acindar cerró en los últimos días un acuerdo para quedarse con Casiraghi Hermanos, una empresa argentina que se dedica desde hace más de 55 años a la comercialización de laminados planos de acero para la industria y la construcción. Ante un fuerte hermetismo empresario, la noticia conmovió en las últimas horas a toda la cadena de valor en un sector de fuerte contenido oligopólico. La información no fue comunicada de manera oficial y sucede en un momento muy particular, en que la siderúrgica de capitales indios que es propiedad de Arcelor Mittal recorta personal y se niega a convalidar la recomposición salarial que demandan sus empleados desde hace casi un año.
Enemigo íntimo de Techint en el negocio del acero, Acindar -que viene amagando desde hace tiempo con abandonar el país- habría obtenido un guiño oficial para avanzar con la operación. Es el dato que manejan en el Grupo Techint y promete desencadenar respuestas de la compañía. Con la negociación para quedarse con Casiraghi, Acindar parece haber cruzado un límite, el pacto de no agresión que los dos gigantes del sector mantienen desde hace casi dos décadas. En su página web, Casiraghi todavía destaca que tiene una sociedad estratégica de 50 años con Ternium y afirma que eso le permite contar con los más altos estándares de calidad del mercado. “Acindar va a poder acanalar chapa en lugar de quedarse solamente con los largos, el acero redondo que sale de colada continua para la construcción de hormigón que hicieron siempre Acindar. Ahora va a poder hacer o importar planos de chapa de acero para autos, para heladeras o techos”, le dijo a El Destape una fuente empresaria.
En 2005, la T le compró a Acindar tres fábricas de tubos, en una operación que fue valuada en 83,2 millones de dólares. A partir de ese momento, Techint se quedó con las plantas de perfiles y tubos de Acindar en Rosario (Laminfer) y San Luis (Impeco). Cuando se concretó la venta de Laminfer, Acindar resignó la posibilidad de producir acero plano y se quedó solamente con el acero redondo. Ahora, según especulan en el mercado, Acindar borra con el codo lo que escribió con la mano y, a través de Casiraghi, vuelve a tener la posibilidad de fabricar acero plano a través de Casiraghi.
Un ex funcionario que conoce bien el sector coincide con que se trataría de una noticia de alto impacto. “Es cierto que el mercado está repartido, todo lo que es planos lo lleva la gente de Ternium y lo que es largos está separado, una parte que es tubos, que tiene Tenaris y otra parte que es todo lo vinculado a construcción e industria que lo hace Acindar”, afirmó.
La noticia se da en coincidencia con la decisión del gobierno de Milei de eliminar una resolución histórica que bloqueaba la importación de acero. Hace 20 días, a través de la resolución 236/24, el secretario de Comercio Pablo Lavigne flexibilizó las exigencias para importar acero. De todas formas, segun aclaran en el sector, todavía faltan algunas disposiciones complementarias para llevar adelante lo que el gobierno ordena para, según dice, terminar con las trabas burocraticas y bajar los costos de importación. Hasta hace poco, la importación demandaba un estricto control de calidad para entrar al negocio de acero y hacía falta tener un certificado de calidad que por lo general lo hacía el INTI. Si una empresa quería importar acero para que sea apto para la construcción, se necesitaba un certificado de calidad emitido por Argentina. Con la Libertad Avanza, las condiciones se flexibilizaron al máximo.
Casiraghi Hermanos es dueña de un Parque Industrial en Hurlingham. La adquisición por parte de Acindar preocupó a los directivos de Techint que trabajan bajo las órdenes del presidente ejecutivo de Ternium Argentina Martín Berardi y de su vicepresidente comercial, José del Boca. Acindar y Techint se conocen bien. Con orígenes locales, hoy son dos multinacionales con sede en Luxemburgo, pero la diferencia es que a Techint lo conduce Rocca. El Destape consultó a los involucrados en la operación y a fuentes de la industria pero no obtuvo respuesta oficial.
El dato generó estupor en el mundo del acero y tiene resonancias políticas. En el sector siderúrgico, afirman que la operación deriva en una tensión mayor entre Rocca y el gobierno de Javier Milei. Aunque fue uno de sus aportantes de campaña y parte de sus históricos directivos hoy ocupan cargos en el gobierno de La Libertad Avanza, Rocca comenzó en los últimos meses a tomar distancia del experimento de la extrema derecha. Primero confesó en público haber sido “demasiado optimista” con respecto a la capacidad del gobierno para avanzar con su plan. Después, despidió personal que había trabajado en el gasoducto Néstor Kirchner en la planta de Tenaris en Valentín Alsina. Finalmente, tal como informó este medio a principios de agosto, entró en una disputa por las 7 áreas que la estadounidense Exxon puso a la venta en Vaca Muerta tras su salida del país. Rocca se asoció a Vista de Miguel Galuccio y enfrenta a la alianza de la petrolera estatal con Pan American Energy.
Ternium ya dio muestras de que no piensa apostar a la Argentina de Milei. A mediados de agosto, anunció un plan de inversiones de 4 mil millones de dólares para expandir su presencia en Nuevo León, el estado del norte de México que limita con Texas. Según dicen quienes conocen el pensamiento en el holding de Rocca, la política de no invertir en acero en el mercado local se profundizará a partir de ahora y la prioridad de la T seguirá estando en el desarrollo de Tecpetrol en Vaca Muerta y el sector energético.
La novedad se da en medio del conflicto paritario en la siderurgia. La semana pasada, un congreso de delegados de la UOM anunció una huelga general en demanda de reactivar las negociaciones paritarias para discutir un aumento en los salarios que están congelados desde noviembre de 2023. Este lunes, la secretaria de Trabajo del ex Techint Julio Cordero dictó la conciliación obligatoria por 15 días. La paritaria siderúrgica lleva 10 meses de negociaciones sin acuerdo. En junio pasado, en medio de la caída de las ventas, Acindar había anunciado la paralización de tres de sus plantas y un esquema de suspensiones que afectó a 450 de sus empleados. La empresa esgrimía razones de fuerza mayor y culpaba de la decisión a la caída de las ventas en medio de la recesión.
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