En la Unidad Regional Nº 7 de Alto Comedero, autoridades provinciales dejaron inaugurado el primer “Centro de Atención a Víctimas de Violencia Familiar y de Género” que busca garantizar el efectivo ejercicio de los derechos de las personas afectas.
Destacó el acompañamiento de los efectivos policiales sobre todo de las mujeres de Alto Comedero que trabajaron en el proyecto, al tiempo de revalorizar la tarea que cumplen dentro de la comunidad.
Dijo que es intención extender estos centros a los municipios de mayor población, ‘ya que es un problemática que afecta a toda la Provincia pero por ahora la Junta Ejecutiva del Consejo de la Mujer estará sensibilizando y promocionando en diferentes regiones, sobre los derechos que tienen las personas víctimas de violencia’.
También indicó que el gobierno está gestionando la línea nacional 144 de atención a víctimas de violencia y recordó los números telefónicos que deben llamar las personas en situación de riesgo. En este marco, precisó que para comunicar la desaparición de niños se debe marcar el 142, mientras que la línea 145 es de atención a víctimas de trata.
El ministro de Desarrollo Social, Facundo Figueroa Caballero, observó que la violencia doméstica no es un problema del gobierno, sino del conjunto de la sociedad, que debe resolverse aunando criterios de trabajo para dar respuestas inmediatas.
‘Entre todos, trabajando cada uno en su jurisdicción y con sus facultades, podremos enfrentar estos hechos”, sostuvo.
El ministro de Educación, Rodolfo Tecchi, colaboró con los recursos humanos, disponiendo de manera inmediata la participación de psicólogo y asistente social.
Por último, el ministro de Salud, Víctor Urbani, pidió erradicar y desnaturalizar la violencia, tanto física, como psicológica, mediante la denuncia en las seccionales, hospitales, centros de salud para evitar que estos casos terminen en tragedia.
También participaron de la ceremonia inaugural, el secretario de Gobierno, Juan Burgos; Lilia Herrera Mármol, del Ministerio de Justicia de Nación, la diputada Maria Elina Domínguez, el comisario mayor Héctor Salazar, la responsable del flamante centro, comisario Sandra Liliana Torres; vecinos y efectivos policiales.
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