A principios de año la empresa había anunciado un plan de reparaciones y mejoras para toda la ciudad, luego de una extensa seguidilla de quejas de la gente sobre el servicio.
La gerencia local de la empresa Aguas Bonaerenses SA (ABSA) señaló ayer a "La Nueva." que continúa resolviendo los reclamos que recibe cada día por pérdidas en la red de agua y obstrucciones cloacales, tanto con personal propio como con la contratación de cinco cuadrillas adicionales pertenecientes a empresas privadas.
También se trabaja en mejorar la agilidad de prestaciones en materia de desagües cloacales, a partir de haber alquilado un camión desobstructor, se afirmó.
“Bajamos los reclamos”, aseguró a este diario el gerente de la compañía, Antonio Ferrara, para una red que registra un promedio de 50 roturas cada día.
A propósito, ayer se anunció que, a 15 meses de detectada la rotura, la semana pasada quedó finalmente reparado el acueducto de 800 milímetros ubicado en calle Brandsen, a pocos metros de Chiclana, luego de que ABSA terminara de resolver cuestiones operativas que fueron postergando y demorando esa intervención.
La falla se detectó en una junta y la reparación se realizó con personal propio, luego de haberse concretado la depresión de la napa para permitir la excavación a seis metros de profundidad para acceder a la cañería.
Esta intervención se vio además demorada ya que debía arreglarse primero una rotura similar -–del mismo tendido-- en la esquina de Brandsen y Soler, la cual se completó, luego de un año, en marzo último.
La falta de las bombas en cantidad adecuada así como algunos inconvenientes en el sistema de bombeo fueron postergando los arreglos, los cuales recién se consumaron cuando el municipio le facilitó tres bombas a la prestataria, durante la intendencia interina de Ramiro Villalba.
Quedó pendiente de ejecución el arreglo del pavimento en el sector donde se intervino, trabajo tercerizado por ABSA, cuyo plazo de ejecución no fue precisado desde la empresa.
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