La catarata de despidos de estatales que asciende a casi un centenar durante las últimas horas alcanzó a personal del Espacio Unzué donde, en señal de protesta, se realizó un abrazo solidario al edificio con participación de quienes apoyan las actividades que allí se desarrollan desde hace años.

Solo entre empleados de esa dependencia, que estaba bajo la órbita del ex Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, hay 14 que recibieron el telegrama de cesantía durante la noche de este miércoles.

Se suman a otros que se habían quedado fuera a fines de este año, cuando las autoridades nacionales que llegaron con el nuevo gobierno decidieron no renovarle sus respectivos contratos temporarios.

El reclamo que se planteó en esta tarde con actividades artísticas sobre la calle fue de reincorporación de la totalidad de los empleados que fueron alcanzados por este recorte y la normalización de la propuesta recreativa que tiene este espacio desde hace largo tiempo, dirigido en particular a sectores de bajos recursos.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) acompaña estas acciones de protesta y cuestiona la determinación del gobierno a la que, además, condena por el formato elegido. Según denuncian, los avisos de despidos se hicieron de noche, en víspera de los feriados y “con crueldad”.

Frente a esta situación se está organizando una nueva manifestación, también en las puertas del Espacio Unzué, que se concretaría este sábado por la tarde y que promete ser multitudinaria.