El miércoles 30 de diciembre del 2020 quedará marcado a fuego en la historia argentina. El Congreso de la Nación convalidó la Interrupción Voluntaria del Embarazo hasta la semana 14 de gestación y garantizó la ampliación de derechos para miles de mujeres que hasta el día de hoy padecen abortar en la clandestinidad. Como pocas veces, la sanción de esta ley sustancial para el futuro del país dejó grandes ganadores y varios heridos al interior de la política.
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, cumplió con su promesa de campaña y consiguió la sanción de una norma muy controvertida en el seno de la sociedad en medio de la pandemia del Covid-19. Fue una apuesta arriesgada y un triunfo político de alto voltaje para cerrar el primer año de gobierno con un agregado de impronta personal a la gestión, mientras busca encauzar el operativo de vacunación nacional contra el brote.
El fuerte impulso de Fernández al aborto legal también le significará generar una grieta insoldable con el Papa Francisco, un amigo cercano del primer mandatario y, a la vez, un aliado de la primera hora para el Gobierno nacional, cuyo peso fue tangencial en las negociaciones por la reestructuración de la deuda con los acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional.
Vilma Ibarra
Guardiana de la firma del jefe del Estado, la secretaria de Legal y Técnica fue la encargada de redactar el proyecto y la primera voz oficial en explicar los alcances del texto. Ibarra también gestionó las principales negociaciones con los legisladores oficialistas y opositores -en diputados y senadores- para que la aprobación de la iniciativa no corriera riesgos. El trabajo dio sus frutos: las victorias fueron con amplio margen en ámbas cámaras y el oficialismo logró torcer la posición de varios dirigentes renuentes a la legalización.
Elizabeth Gómez Alcorta
La legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo se constituye en la coronación de un año en el que las políticas de género tuvieron un amplio lugar en la agenda gubernamental. En ese sentido, la ministra de la Mujer trabajó codo a codo con el Presidente y fue, junto a Ibarra, quien se mantuvo en contacto constante con Fernández a lo largo del tratamiento del proyecto en el Parlamento.
Ginés González García
El ministro de la Salud fue un ferviente militante por la sanción de la ley desde el inicio de su gestión. Apenas dos días después de asumir en la cartera sanitaria, el 12 de diciembre del 2019, presentó el nuevo protocolo del aborto no punible. A lo largo del 2020 trabajó a destajo para que las mujeres pudieran acceder a la Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Este martes, en la antesala de la votación, afirmó: “Este debate, promovido por el colectivo feminista, nos hace mejores y forma parte de un cambio cultural e histórico imposible de frenar. Una lucha inclaudicable por un país más justo y una salud pública para todos y todas. Será Ley”.
Los perdedoresPapa Francisco
La máxima referencia de la Iglesia católica militó hasta el cansancio por un nuevo rechazo a la legalización y no logró su cometido pese al enorme lobby que realizaron las autoridades eclesiásticas con numerosos integrantes del Parlamento. Repudió el proyecto en la antesala de la votación en Diputados y volvió a expresar su oposición este martes. Con la derrota consumada, lamentó el resultado: “Todos nacen porque alguien ha deseado la vida”.
José Mayans
El jefe del bloque del Frente de Todos en el Senado fue, desde siempre, una voz preponderante en el bando de los celestes. Orador final en la sesión, cuestionó en duros términos la constitucionalidad de la ley porque, según afirmó, “choca con tratados internacionales suscriptos por la Argentina” y lo comparó con “la pena de muerte”.
Vencido, en su último alegato lanzó: “Estamos de acuerdo con la autonomía y los derechos de la mujer, por supuesto, porque son nuestras madres, hermanas, hijas. Estamos de acuerdo siempre y cuando, como dice la Constitución no dañe a terceros. Se debe respetar los derechos de las niñas y niños por nacer”.
Las militantes de la aprobación
Nelly Minyersky, Dora Barrancos y Claudia Piñeiro
La primera de ellas escribió el proyecto que quedó trunco en el 2018 y fue una de las pioneras en la creación de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. En su presentación en la Cámara de Diputados hace algunas semanas, afirmó que es fundamental la implementación de la Educación Sexual Integral porque “hay que cambiar las bases desde la construcción, no desconocer o no tener en cuenta los derechos de las sexuales y reproductivos fue motivo de sufrimiento para las mujeres”.
Dora Barrancos se ocupó de realizar una capacitación integral de género a todo el gabinete de Alberto Fernández a un mes de la asunción del Frente de Todos en el poder. La socióloga feminista había reiterado en enero y en febrero de este año que el aborto legal sería ley en la Argentina. Los tiempos se dilataron por la irrupción de la pandemia del coronavirus, pero su promesa se cristalizó.
Por su parte, la escritora fue siempre una voz reconocida en el reclamo por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Previo a la discusión en el Congreso, explicó en una entrevista que el movimiento de mujere “movió los dos extremos hasta un encuentro posible”. “Quienes quedaron aferrados a su ideología no creo que necesiten más debate, sino entender el reclamo social que hoy es evidente. Como sociedad acompañaremos el proceso y estaremos a mano para conversar con quien lo quiera“, sostuvo.
Los que apostaron al rechazo
Viviana Canosa, Amalia Granata, Nicole Neumann y Mariano Obarrio
Todos se manifestaron en reiteradas ocasiones contra la aprobación de la ley y machacaron con su repudio en los medios y las redes sociales. Tras la convalidación de la norma, la conductora televisiva tuiteó: “ARGENTINA: MUERTE”. La diputada de Santa Fe, que ganó popularidad y alcanzó una banca en la Legislatura provincial por su fuerte militancia celeste, fustigó contra los senadores indecisos que decidieron el resultado de la votación. “Les llenaron las cuentas bancarias, representan la basura de este país”, disparó.
En la previa del debate en el recinto, Nicole Neumann aseguró que la iniciativa no era “un tema de salud pública, salud pública es cáncer de mama, de lo que mueren muchísimas más mujeres por año. No tener un hijo en el vientre y desear descartarlo“.
Por su parte, el periodista de A24 escribió que “si se aprueba la ley del aborto, los senadores se habrán llevado por delante a la Constitución, a los tratados internacionales, a la ley de adhesión a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y al Código Civil que hizo aprobar Cristina Kirchner en 2014. Se judicializará seguro”.
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