En lo inmediato, ya alquiló a un vocero para que insulte y denueste al intendente Arroyo, y diga públicamente lo que él mantiene en privado y lejos de los roces. El diputado provincial acompaña su sinuoso perfil político, como estar lejos de los problemas de su ciudad, desentenderse de los conflictos propios de su partido en General Pueyrredon.
Ejerce su conducción de hecho y tiene en su propio territorio la oferta de una de las opciones radicales más debilitadas del interior del suelo bonaerense. Así lo reflejan como expresión, las profundas divisiones existentes en el bloque de concejales, desde el cual no le responde ninguno de sus miembros.
Acompañar con moderado compromiso, el paso de Ernesto Sanz dentro del armado de CAMBIEMOS, no exponerse, pasar desapercibido y confundido cuando se trata de definiciones concretas, el ex concejal no es sinónimo de la lucha política necesaria que se debe dar en CAMBIEMOS, y no sólo ser un lazarillo de roscas que han terminado enredando a la UCR con sus enfermizas internas a cuestas.
Este nuevo paso en la política lo ubica junto a Gustavo Posse, de mínima inserción en los 135 distritos de la Provincia de Buenos Aires. A ocho meses de convertirse en legislador se metió en la Troya grande radical y se identifica con una tercera posición que curiosamente enfrenta a quienes critican a Daniel Salvador por ser demasiado permeable a los lineamientos del PRO, y por otra parte también, al ala más representativa de la UCR bonaerense, que postula al senador provincial tandilense, doctor Carlos Fernández, proveniente de una franja que ya supo marcar la cancha en la Convención de Gualeguaychú.
Es decir, que entre las averías ya conocidas a este transitado político, como Gustavo Posse, quien pese a sus reiterados intentos nunca trascendió San Isidro con ninguno de sus socios, el marplatense eligió la tibieza de una tercera posición, ya que si enfrenta a Salvador y también a Fernández se trata de una expresión híbrida y burocrática como línea interna radical. Lo peor, es que ocurre en el momento más difícil de la articulación con el PRO, precisamente cuando se necesita un temperamento más inquisidor y combativo, y no ganar espacios mediante negociaciones abigarradas de componendas.
Armaron un tercer bloque de poder dentro del partido para pelear por el comité Provincia, en la búsqueda de no perder poder y espacios de representación.
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, junto a un grupo de jóvenes radicales consolidaron en La Plata un nuevo espacio dentro de la UCR, que disputa poder a Daniel Salvador y Ricardo Alfonsín por la presidencia del poderoso comité Provincia.
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El espacio se llama ‘Radicales Cambiemos’ y tendrá como candidato al diputado provincial, Maximiliano Abad, un dirigente de Mar del Plata cercano a los sectores universitarios, pero de módica representación en otros sectores del centenario partido.
De este modo, surge un nuevo espacio para disputar el comité Provincia. Las elecciones serán el 23 de octubre, pero el cierre de listas es un mes antes, el 23 de septiembre. Hasta ese día habrá tiempo de negociar una lista de unidad que contenga a todos los sectores.
Hasta ayer, en el radicalismo había dos sectores posicionados respecto de la alianza Cambiemos. El espacio de Daniel Salvador -que será candidato a presidir el comité- que, por ser parte del Ejecutivo, se mantiene dentro del gobierno, aunque se especula que finalmente no tomará parte de la contienda. Allí también está Ernesto Sanz.
Y, por otro lado, está Rapaca -el armado de Ricardo Alfonsín- que llevará como candidato al senador provincial Carlos Fernández. Este espacio es crítico de Cambiemos y reclama mayor presencia del radicalismo dentro de la alianza con el PRO.
Ahora aparece ‘Radicales Cambiemos’, un nuevo espacio que surge desde el interior de Cambiemos, es decir que le disputa poder a Salvador.
Entre los cuestionamientos que vierten hacia el vicegobernador, aseguran que, a pesar del cargo que ostenta, no logra contener a sectores del partido. Pero, además, le cuestionan la poca presencia de radicales en el gabinete de María Eugenia Vidal. “Cuando Vidal lo llama para que ocupe un lugar en el Ejecutivo, Salvador lleva a viejos referentes del partido muy lejanos a las realidades actuales y al modo trabajar de la Gobernadora”, dicen desde ese sector.
El nuevo espacio nació anoche en una cena realizada en el Club Vasco de La Plata. Allí estuvieron el intendente de San Cayetano, Miguel Gargaglione; los intendentes Franco Flexas (General Viamonte), Matías Rappallini (Maipú), Aníbal Loubet (General Guido), Carlos Ronda (Mar Chiquita), Mauricio Gómez (San Vicente), Eduardo Campana (Villegas) y Osvaldo Dinápoli (General Belgrano). También estuvieron los diputados nacionales Héctor Gutiérrez y Karina Banfi; los diputados provinciales Walter Carusso, Fernando Pérez y Vanesa Zuccari; el senador provincial Marcelo Dileo.
También el secretario parlamentario del Senado de la Nación, Juan Pedro Tunessi; el ex intendente de Chascomús, Juan Gobbi; el diputado por la UCR de la Ciudad de Buenos Aires, Hernán Rossi; el presidente de la Juventud Nacional de la UCR, Ariel Pianesi; y el diputado de la ciudad de Buenos Aires, Juan Nosiglia.
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