El legislador marplatense es uno de los candidatos a acceder a ese cargo, en una definición no exenta de la intensa interna que siempre está en disputa en la UCR. Lo curioso es que la posibilidad proviene de un generoso gesto del PRO a través de Federico Salvai.
El cargo conlleva matices que configuran el riesgo de poner la cara en la transición de un achique que no ha sido para nada ocultado desde la gobernación, sino por el contrario se estimula como la una parte de la transformación que impulsa el oficialismo.
El doctor Maximiliano Abad ha quedado casi sin proponérselo, como uno de los firmes candidatos a ocupar ese cargo, bajo cuyos ejes entrará en discusión el presupuesto 2018 elaborado junto al ministro Hernán Lacunza, y cuyas tijeras están apuntando al considerado excesivo gasto legislativo.
La cesión de las presidencias de los bloques de las cámaras legislativas bonaerenses, tienden también a morigerar el descontento interno que puede surgir y la necesidad de tener a alguien que pueda explicarlo, en el PRO por supuesto la medida está sellada. Por ejemplo que podrían decir Franco Bagnato y Lucas Fiorini ante una decisión de esta naturaleza. Es la clásica jugada del juego entre ceder un cargo que absorba el desgaste cargo y el real manejo del poder, que suelen precisamente no ser sinónimos en la práctica.
Así se desprende de la información que entrega la LPO, y en la cual textualmente se transcribe lo siguiente:
Pese a ser una minoría dentro de Cambiemos, el gobierno les garantiza esos lugares al radicalismo.
El jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, quiere evitar tensiones dentro de la alianza Cambiemos y cede al radicalismo las presidencias de los bloques en el Senado y Diputados.
Salvai y el presidente de Diputados, Manuel Mosca, le transmitieron al vicegobernador, Daniel Salvador, que desde el gobierno no habrá injerencia alguna en la elección de los presidentes de las bancadas de Cambiemos.
Así, pese a tener ocho de los 29 senadores y 11 de los 44 diputados de Cambiemos, el radicalismo tendrá la presidencia de los bloques de Cambiemos en la Legislatura bonaerense.
La disputa estará en los tres sectores que confluyen en el radicalismo: un sector vinculado a Salvador, otro ligado a Ernesto Sanz y un último sector que responde a Ricardo Alfsonín (el sector más crítico de la alianza Cambiemos).
Los candidatos están definidos. Jorge Silvestre buscará ser reelecto. El diputado de la Cuarta proviene del alfonsinismo. Otro que buscará llegar es Maximiliano Abad quien cuenta con el respaldo de Sanz. En tanto, Salvador promueve a dos diputados: Sandra Paris y Emiliano Balbín (el nieto del histórico dirigente radical, que ingresa a la Cámara Alta por la Sexta Sección).
Hay un dato importante. En la UCR se está hablando de la importancia de rotar en los cargos. Eso puede complicar la reelección de Silvestre a quien como reconocimiento de su trabajo en el bloque en los dos últimos años se le ofrecerá un rol de construcción política dentro del partido.
En el Senado, Roberto Costa buscará seguir al frente de la jefatura del bloque. Si el requisito de rotación se impone podría quedarse con otro cargo importante: la vice presidencia del Senado, un lugar que deja vacante el alfonsinista, Carlos Fernández que salta al Congreso nacional.
El candidato de la superestructura puede ser Emiliano Lasala, actual jefe de Gabinete de Salvador en el Senado.
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