El paso de José Luis Espert por Mar del Plata no tuvo una alta relevancia periodística, quizá por la impronta de quienes aún manejan sus cuestiones políticas en la ciudad. El medio El Marplatense envió un mensaje para organizar una entrevista con el economista y no recibió respuesta, y muchos medios no fueron tampoco invitados a la conferencia de prensa en el Torreón del Monje. Raro.
Lo que pudo verse, fue a través de Twitter. De allí surge que estuvieron, entre otros, los ex secretarios de Hacienda y Educación de General Pueyrredon, Hernán Mourelle y Luis Distéfano, anche la directora general de salud Patricia Fontina —quien revista formalmente en Republicanos Unidos—.
Los tres tuvieron una larga reunión con Espert, quien pidió que la charla siga en su despacho en el Congreso de la nación. De lo conversado surge que habrá lista dentro de Juntos por el Cambio para disputar todos los cargos en General Puerredon y los otros 134 distritos de la provincia de Buenos Aires.
Si todo cierra —hasta hoy, todo da para entender que así será—, Hernán Mourelle sería la cabeza de la lista local, como candidato a intendente. La apuesta es romper la entente Abad-Montenegro y ofrecerle al electorado una opción que sea competitiva. La experiencia de Espert con los actores locales, a juicio del economista, ha sido decepcionante. Se habló incluso de «traiciones».
La experiencia de Mar del Plata le dejó al líder libertario un regusto amargo. Está plenamente convencido de que le armaron una lista que jugó para desviar votos, con el objetivo de fortalecer así la postura de Guillermo Montenegro. Quiere sangre renovada en el espacio, y la charla con los ex funcionarios locales lo entusiasmó. Venía para minutos, terminó durando horas.
Todo viene a cuento de cómo ve Mauricio Macri la puja por los cargos en 2023. Ya ha afirmado que la disputa se dará en las PASO, y que todo el que quiera competir, podrá hacerlo. Esto abre el escenario y, aquello de que en donde hay un intendente propio, no se desafía, sería cosa del pasado. Un interrogante válido es, a todo esto, ¿qué opinan los radicales?
Es ahí donde está todo en debate. La relación del ex vicegobernador Daniel Salvador con los hermanos Manes está que arde. Y ambos —Facundo y Gastón— creen que pueden mover el espinel para imponer condiciones. Es un dato que Gastón —presidente de la UCR nacional— no quiere que a su hermano «lo entornen». El concepto va directo a los pies de Maxi Abad.
Un ego más grande incluso que el Burk Khalifa —el edificio más alto del mundo, ubicado en Dubai— potencia la posibilidad de un desacople de políticas en el anciano partido que complique acuerdos, y que lleve a que la UCR, como se estima en el PRO, lleve dos listas a las PASO del 2023. Infartante.
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