Con una estructura que se expande en base a la militancia juvenil, los conductores de la organización kirchnerista trazan los planes para lograr más espacios de poder. Los referentes seccionales y locales que se aprontan para dar un salto electoral.
Verticalidad, obediencia partidaria, doctrina, y un objetivo claro. Podría decirse que estas son las premisas con la que nace cada organización política con aspiraciones de poder. Y en todos esos conceptos se estructura La Cámpora. Podrá gustar o no su conducción, su idea del Estado, su manera de hacer política, la caprichosa introspección de sus dirigentes; lo que no podrá negarse es que el espacio ultrakirchnerista milita su crecimiento y sus ideas como lo dejaron de hacer los partidos tradicionales. Quizá por eso, desde el propio camporismo suelen hacer una pregunta que lleva tácita la respuesta: “¿Hay otra organización política que se mueva y articule como nosotros?”.
Nació como un espacio de juventud, pero organizado de tal manera que creció al mismo ritmo que sus fundadores se hicieron más grandes. Nunca dejó de convocar a jóvenes, no se quedó estancada en una generación, y eso la hizo crecer. Pasó de los escarceos que enojaban a los intendentes porque Cristina Fernández imponía a “los muchachitos” en las listas legislativas, a este presente donde tiene a su jefe, Máximo Kirchner, como presidente del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, y a uno de sus incondicionales, Facundo Tignanelli, en el mismo cargo en la Provincia.
El poder de la lapicera de Máximo, Eduardo “Wado” de Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque es cada vez más influyente, y se volverá a ver el año que viene, cuando se confeccionen las nóminas legislativas; pero los objetivos están puestos en cosas de mayor magnitud. La tortuga camina lento y no por eso deja de llegar lejos; tiene una larga vida para hacerlo. Pasos cortos pero siempre hacia delante y longevidad más allá de la de sus propios dirigentes forman parte de la concepción que le imprimen al espacio sus propios creadores.
Nadie lo dice y todos se escudan en la muletilla de que “no es momento de hablar de eso”, pero “la orga”, como ellos la definen, sueña por encima de las bancas en el Congreso o las legislaturas provinciales. Seguirán bregando por ellas, pero ahora comienza la etapa de preparar dirigentes para los ejecutivos. Dejó de ser una quimera la idea de un tercer Kirchner en el sillón de Rivadavia. La candidatura del primogénito de Néstor se madura lenta pero ininterrumpidamente. Quizá no sea dentro de tres años, pero “tarde o temprano se va a postular para Presidente”, reconocen incluso por fuera de las fronteras del espacio.
Mientras tanto, la organización apuntala a sus referentes seccionales y distritales. Más poder de fuego en los espacios parlamentarios es el primer objetivo a la vista, debido a la proximidad de las legislativas 2021. Después, en 2023, vendrá el turno de disputar las intendencias. En 2015 fueron dos las comunas conquistadas; en 2019 se mantuvieron ambas y llegaron otras tres, además de la continuidad de aliados incondicionales y la suma de otros, como Mariel Fernández en Moreno, por ejemplo.
En el próximo recambio de ejecutivos, la mayoría de los intendentes de la Provincia, sean oficialistas u opositores, cumplirán su segundo mandato consecutivo, y comienza a regir la ley que les prohíbe ir por otra reelección. Se abre la puerta para el recambio, y La Cámpora tiene dirigentes para ofrecer en casi toda la extensión bonaerense. De hecho, como hay desde hace años una unidad básica peronista o un comité radical, ahora, cada pueblo de la Provincia tiene su base de operaciones camporista. “Estamos en todos lados, porque la militancia de base es parte fundamental del armado”, reconocen puertas adentro.
Máximo Kirchner es uno de los que más bregan por sostener la normativa que limita las reelecciones y que algunos caudillos del peronismo quisieran derogar, preocupados por su destino político. Cuenta como aliado en esa disputa a Sergio Massa. El presidente de la Cámara de Diputados tiene un fluido diálogo con el titular del bloque del Frente de Todos, que excede lo meramente institucional del Parlamento y despierta celos en la Casa Rosada. “Se llevan muy bien”, coinciden desde ambos lados.
Máximo, además, habla permanentemente con un grupo de intendentes bonaerenses, sobre todo del Conurbano. En esa lista entran Jorge Ferraresi, Mario Secco, Ariel Sujarchuk, Nicolás Nardini y Mariel Fernández, entre otros. Y uno con los que más dialoga es Martín Insaurralde. Fue entre ellos el acuerdo por el cual el lomense ganó espacios en la estructura de poder bonaerense. El hijo de los dos presidentes monitorea también las provincias, con charlas periódicas con los gobernadores peronistas.
Con respecto a lo que viene, la verticalidad con que se maneja la organización impide a sus dirigentes, tanto de primera como de segunda y tercera líneas, contar cómo se van a mover. Sin embargo, siempre aparecen las pistas de cuáles son los objetivos, y la búsqueda de sumar poder en el manejo territorial es uno de los más claros. En ese trabajo se empieza a vender una imagen de Máximo que lo compara a su padre en cuanto al manejo de la política y la relación con los demás dirigentes, que lo posiciona como más confiable que la propia Cristina.
“Ya ha demostrado que él cumple con los acuerdos, por eso, con Massa se lleva bien, y por eso va a ser una garantía para los intendentes que no tienen reelección acordar con él la sucesión”. Esta es la propaganda que le hacen de adentro hacia fuera al líder de La Cámpora, quien mantiene silencio con la prensa pero gasta saliva y llamadas. Su labor se centra en la búsqueda de consensos para el presente y el mediano plazo con los dirigentes del Frente de Todos, y también con los líderes de la oposición en el Congreso.
En el segundo escalón, Wado de Pedro ordena la política interna de la organización kirchnerista, y el Cuervo Larroque hace lo propio con cuestiones logísticas y de militancia. Ese concepto, el de la militancia constante, es un motor permanentemente encendido. “No se puede dejar nunca de atender a los compañeros, de ir al territorio, de hablar con los vecinos; eso es La Cámpora”, sentencian sus integrantes. Saben por qué militan, saben a dónde quieren llegar, y saben que, como la tortuga, aunque sea a pasos lentos, se puede ir lejos.
SECCION CAPITAL
La fragmentación del peronismo y sus satélites en La Plata constituyen un desafío para los principales armadores del Frente de Todos de cara a las legislativas del año que viene y para la próxima carrera por la intendencia de la capital provincial. Desde el kirchnerismo valoran los esfuerzos de Florencia Saintout, pero no pocos creen que su tren ya pasó. Tampoco ven con claridad una nueva posibilidad para Victoria Tolosa Paz. Algunos buscan convencer por la vuelta al distrito al ministro de Justicia, Julio Alak. “Hay que ganar, y él es el hombre”, aseguran quienes se entusiasman con la idea; pero es una empresa difícil, y no sería lo que Alak espera para su futuro político. El referente local de “la orga” es el secretario de Desarrollo Institucional de la Cámara de Diputados y exconcejal Martín Alaniz, pero desde el propio espacio admiten que no tiene aspiraciones ejecutivas. La Cámpora podría sorprender con la candidatura en la capital provincial de uno de su máximos referentes, nada más ni nada menos que Andrés Larroque. Desde hace años, el Cuervo se encuentra en pareja con Mercedes Gallarreta, oriunda de Rauch y radicada en City Bell, donde viven en la actualidad. En vistas de que el peronismo carece de figuras fuertes, el actual ministro de Desarrollo de la Comunidad cobra relevancia. Saintout culminará el año próximo su mandato como diputada bonaerense, e intentaría renovar. Tampoco se descarta que Alaniz pugne por entrar en esa lista que sólo tiene seis casilleros, y para ingresar es conveniente estar entre los tres primeros.
PRIMERA SECCION
En 2021 se eligirán senadores, y el Frente de Todos sólo pondrá en juego tres bancas, ninguna de La Cámpora, que, sin lugar a duda, buscará tener mayor representación en la Cámara Alta por una región en la que contabiliza dos intendentes y varios aliados. Tiene gran influencia el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y hay dos diputados con mandato hasta 2023: Roxana López (Tigre) y Matías Molle (San Fernando), quien reemplaza en la banca Santiago “Lalo” Révora, actual subsecretario de Asuntos Municipales de la Provincia, primo de Wado y uno de los referentes seccionales junto al hermano del ministro, el intendente de Mercedes, Juan Ignacio Ustarroz. Otro de los responsables es Juan Debandi, exdiputado y candidato a intendente de Tres de Febrero. La exlegisladora Lucía Portos, actual subsecretaria de Políticas de Género y Diversidad Sexual del ministerio que conduce Estela Díaz, es también una activa dirigente más allá de los límites de su distrito, Pilar. En el Municipio, La Cámpora se quedó con el dos de la lista del elegido intendente, Federico Achával, de la mano de Juan Pablo Roldán. Si bien al principio hubo competencia entre Achával y La Cámpora, la relación, ahora es buena. Hay algunos dirigentes, como José Pérez, de José C. Paz, que aparecen ligados a la organización, aunque algunos ponen reparos por las cercanías que muestran con otros jefes, como en este caso el intendente Mario Ishii. Mientras tanto hay municipios donde el camporismo no tiene una pata fuerte, como San Miguel, Ituzaingó y Merlo, donde hay una buena sintonía con el jefe comunal y presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez. También es aceitado el vínculo con el alcalde de Navarro, Santiago Maggiotti.
Juan Ignacio Ustarroz
SEGUNDA SECCION
En las intermedias de 2021 se elegirán diputados, y La Cámpora pondrá en juego la banca de Fernanda Díaz, referente de Colón, que tendría todas las chances de renovar, ya que se cumplirá recién su primer mandato. Sin embrago hay otras damas fuertes en la sección, como Cecilia Comerio y Marina Moretti, quienes ya pasaron por la Legislatura bonaerense (ambas fueron senadoras) y podrían regresar a ese ruedo. Comerio y el senador Facundo Ballesteros (San Andrés de Giles) son los referentes seccionales de la organización, que además tiene al intendente de Carmen de Areco, Iván Villagrán.
Cecilia Comerio
TERCERA SECCION
La lista legislativa de diputados de la sección que nuclea al Conurbano Sur tiene 18 casilleros, y el peronismo, nunca se queda con menos de diez, por lo que hay lugar para todos, aunque cada espacio quiere siempre un poco más. Para esa discusión, de base, La Cámpora ya tiene dos lugares, los que ponen en disputa el actual presidente del bloque del Frente de Todos, Facundo Tignanelli, de línea directa con Máximo, y la legisladora de San Vicente Mariana Larroque, hermana del ministro de Desarrollo de la Comunidad. Por la Tercera, La Cámpora tiene un representante en el Senado con mandato hasta 2023. Se trata de Emmanuel González Santalla, de Avellaneda, distrito en el que es muy fuerte la alianza con el intendente Jorge Ferraresi. Por supuesto, una de las referentes principales de la sección es la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. También están la diputada nacional Luana Volnovich, de importante ascendencia en la organización; la diputada nacional Daniela Vilar y el exlegislador Migue Funes. La organización territorial, no obstente, es monitoreada por la conducción nacional. Siempre debe manejarse un equilibrio con los intendentes peronistas que dominan la escenografía del Conurbano sur. Con algunos, de mucha fortaleza en el distrito, hay un diálogo y un trabajo en conjunto, además de que la organización no tiene todavía apuntalados fuertes referentes distritales. Son los casos de Esteban Echeverría, donde manda Fernando Gray; Florencio Varela (conducido por Andrés Watson pero cuyo jefe político es el diputado Julio Pereyra); Cañuelas (Marisa Fassi) y Punta Indio (Hernán Y Zurieta). En Ezeiza, en tanto, donde el alcalde Alejandro Granados es amo y señor, el desarrollo territorial de La Cámpora es menor.
CUARTA SEECCION
Para la elección de senadores de la sección del año que viene podría ir por un nuevo mandato María Elena “Male” Defunchio, exconcejala de 9 de Julio que accedió a la banca en 2017, siendo la primera mujer de ese distrito en convertirse en legisladora. Sin embargo, para una lista corta (7 casilleros en total), no es la única figura que podría proponer la organización K. Una de las máximas referencias seccionales del espacio es la chivilcoyana Constanza Alonso, referenciada en Andrés “Cuervo” Larroque. También están en la primera línea del armado seccional la juninense Victoria Muffarotto y el concejal Martín Carnaghi, de Chacabuco, con quien está alineada la diputada (con mandato hasta 2023) Micaela Olivetto. Además, los primos pehuajenses Pablo y Avelino Zurro.
Victoria Muffarotto
QUINTA SECCION
La titular de la Anses, Fernanda Raverta, es quien se erige como una de las principales patas de La Cámpora en la sección pegada al Atlántico, y como la responsable de la organización en el distrito más importante de la región. Aseguran que antes de nombrar algún funcionario de General Pueyrredon o en un organismo en ese municipio, tanto Alberto Fernández como Axel Kicillof lo consultan con ella. Incluso uno de esos nombramientos generó molestias en el FdT marplatense, ya que en diciembre (antes de que ella llegara al organismo) se nombró a su pareja, Pablo Obeid, como director regional de la Anses. También son referentes camporistas de la sección el presidente del bloque de senadores oficialistas, Gervasio Bozzano (Maipú), que culmina su segundo mandato y no podrá renovar, y el diputado bonaerense José Ignacio “Cote” Rossi (Chacomús), elegido el año pasado. La Cámpora buscará retener el primer lugar en la lista seccional, que Bozzano tuvo en 2017.
SEXTA SECCION
El jefe regional de La Cámpora, Gabriel Fernando Godoy, vence su segundo mandato en la Cámara de Diputados el año próximo y no podría ir por un nuevo período, pero es una de las espadas de la organización y podría hasta llegar a saltar a la lista de legisladores nacionales. Seguramente el espacio de Máximo se quedará con algún casillero “a entrar” en la lista. A Godoy responden la mayoría de los dirigentes que recientemente fueron nombrados al frente de las oficinas de Anses de Bahía Blanca y sus alrededores. También a él responde la senadora provincial electa el año pasado Ayelén Durán (Bahía Blanca). La Cámpora tiene su base de operaciones en Bahía y se extiende hacia otros distritos del sur provincial, pero es uno de los territorios donde más le cuesta hacer pie, sobre todo en municipios de prosapia radical o donde el peronismo tiene a sus caudillos locales. En ciudades como Coronel Suárez, la organización tiene su trabajo ligado al del intendente, Ricardo Moccero. En 2019, en Puán, el espacio hizo jugar a Débora Fernández en la interna del FdT, pero perdió frente a Darío Rueda, quien a la postre fue derrotado por el cambiemita Facundo Castelli.
Gabriel Godoy
SEPTIMA SECCION
La Cámpora tiene como referente seccional al olavarriense César Valicenti, quien renovó el año pasado su banca como diputado provincial, y al intendente de 25 de Mayo, Hernán Ralinqueo. La organización tiene una pata puesta en cada uno de los distritos de la región central de la Provincia, pero más allá de los dos distritos mencionados, en los otros no aparecen todavía referentes con proyección en el corto plazo. Claro que falta mucho y al trabajo nunca lo detienen. El año próximo, la Séptima elige senadores. Actualmente, las tres bancas que tiene la sección están ocupadas por representantes de Juntos por el Cambio. Volver a colocar senadores es una meta del oficialismo, que deberá amalgamar todas las expresiones internas y consensuar candidaturas fuertes. ¿Ralinqueo? Es una posibilidad.
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