Las ventas de autos usados cayeron con fuerza durante el año pasado en Río Cuarto. Según los datos de la Cámara de Comercio Automotor de Córdoba, la merma en la cantidad de transferencias representó el 9,7 por ciento con respecto a 2013. Los datos preli-minares arrojan que entre enero y diciembre se comercializaron en la ciudad 12.124 usados, contra los 13.426 del año inmediatamente anterior.

Es decir, se vendieron 1.302 usados menos en la ciudad, lo que arroja un promedio de 108 unidades mensuales.

Los datos de la Cámara de Comercio Automotor indican que la pérdida de ventas se extendió por toda la provincia, en consonancia con lo que ocurrió con la situación económica y con la venta de vehículos cero kilómetro, aunque hubo diferencias de acuerdo a las ciudades.

Villa María tuvo una baja menos pronunciada que la de Río Cuarto. En la ciudad cabecera del departamento San Martín, también hubo una reducción en el número de transferencias aunque alcanzó solamente el 4,62 por ciento con respecto a 2013. El año pasado, allí se vendieron 7.821 usados registrados.

En el caso de San Francisco, la situación fue sustancialmente más complicada para los comerciantes de autos usados. La disminuación alcanzó el 17,62 por ciento, el peor registro que se produjo en toda la provincia.

Por otra parte, en la ciudad de Córdoba la retracción alcanzó el 8,3 por ciento. Mientras en 2013 se habían vendido 75.905 vehículos usados, el año pasado esa cifra se redujo hasta los 69.580 automóviles.

Tres meses positivos

“En 2014, en la provincia de Córdoba sólo tres meses registraron indicadores positivos (enero, febrero y diciembre), y los restantes mostraron bajas de distinta magnitud. No obstante, el resultado general muestra una retracción promedio inferior al 9 por ciento, sin poder llegar a las 200 mil unidades”, manifestó Sebastián Parra, presidente de la Cámara de Comercio Automotor.

Parra agregó: “La perspectiva a la baja del cero kilómetro hace que también lo sea la del usado, ya que se complica la reposición de unidades seminuevas”. Es decir, el mercado de los usados, a diferencia de lo que ocurrió en otros años, se comportó de la misma manera que lo hizo el de los autos nuevos.

Además, el titular de la Cámara del Comercio Automotor indicó que en el mercado de los usados hay alto grado de informalidad, lo que hace que las operaciones que finalmente se inscriben sean muchas menos que las que se producen realmente. Según los datos que maneja Parra, sólo tres de cada diez unidades se adquieren en agencias legalmente registradas.

“Estos dos aspectos complican al sector y perjudican especialmente a quienes cumplen con sus obligaciones tributarias”, manifestó.

En cuanto a los créditos, que suelen ser una vía que impulsa la comercialización de automóviles, aseguró que actualmente existen opciones en el mercado que ofrecen préstamos a tasa fija y en pesos. Sin embargo, consideró que es necesario mejorar las condiciones que se les ofrecen a los clientes. “Hay que trabajar en especial en las tasas para potenciar la actividad y generar una diferenciación con el mercado marginal”, planteó el titular de la Cámara.

También se dieron a conocer los números de la región. En Laboulaye, la baja de las operaciones alcanzó el 7,8 por ciento, mientras que en Huinca Renancó la retracción llegó al 10,17 por ciento en el último año.