En la sesión de ayer, jueves 9 de diciembre, el Consejo Superior de la UNSL aprobó el presupuesto “reconducido” 2011, y al hacerlo ingresó como parte de fondos propios $ 2.230.450 pesos provenientes de la minera Alumbrera Ltd, minera que mediante la explotación a cielo abierto contamina la naturaleza, destruye el medio ambiente y el medio social de los habitantes de Catamarca, utiliza millones de litros de agua potable, persigue y reprime a los ambientalistas, y se lleva del país una cantidad importante de minerales no declarados.
Cada partida remitida por el YMAD, debería ser informada y se debería discutir si ese dinero se acepta o no, discusión que le cabe realizar al Consejo Superior, tal cual hizo el Rector Spada en Río Cuarto, Universidad que el martes 30 de noviembre pasado volvió a rechazar, como en el 2009, los fondos de la minera.
Lejos de eso en San Luis no se discutió absolutamente nada. El año pasado, en la sesión del 3 de noviembre, se ingresó el tema sobre tablas y se discutió sobre el mismo ardorosamente, aunque la discusión haya estado limitada a los que en ese día estábamos en el Superior, como consejeros o como oyentes. Este año fue peor. Ni siquiera se ingresó sobre tablas. Se colocó como un ítem más del presupuesto y se jugó la treta de aprobar todo el paquete presupuestario, y con él, el controvertido tema fondos de la minera.
A nadie escapa que es un tema conflictivo, espinoso, que involucra cuestiones éticas centrales que muchas veces se declaman y no se cumplen. Hubiera deseado que esta vez el Consejo Superior hubiera seguido el ejemplo de Córdoba, quien en un proceso amplio de discusión que duró más de cinco meses y en el cual se escucharon todas las voces, finalmente se decidió. O el de Río Cuarto, que volvió a discutir el tema, o como se apresta a hacerlo la Universidad Nacional del Sur. Nada de esto ocurrió.
A algunas preguntas planteadas, como por ejemplo qué hizo la UNSL para hacer cumplir los otros seis puntos aprobados junto con el ingreso de fondos el año 2009, como por ejemplo apoyar a las comunidades afectadas, o discutir una nueva Ley de Minería, se me contestó que el CIN se está ocupando del tema, que ha tenido reuniones y que no se que más está haciendo. ¿Cómo pensar que un organismo como el CIN, que acordó recibir los fondos de una empresa multinacional contaminante, proponga ahora alguna medida revolucionaria en rechazo o cuestionamiento de los mismos? Es como pedirle al lobo que cuide al cordero. Los propios que se benefician de fondos que utilizan para hacer obras que después muestran como logros de su gestión no van a rechazar esos dineros.
Los tenues argumentos esgrimidos fueron siempre los mismos. La falacia de que al ser la 14.771 que distribuye los fondos una ley nacional, no se puede incumplir. Una cosa es que el rector de cualquier Universidad tenga que incorporar los fondos financieramente, ya que sino incumpliría la ley de funcionario público, y otra que la Universidad los acepte. En el texto de la ley 14.771, que se puede rastrear por Internet, en ningún artículo se establece la obligatoriedad por parte de las universidades de recibir los fondos. Sí es obligatorio para la empresa depositarlos, pero no para las Universidades disponer de ellos. Un viejo principio jurídico no escrito dice que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de lo que ella no prohíbe. Por caso, Córdoba y Río Cuarto en el año 2009 rechazaron los fondos, por esa acción de “incumplimiento” de la Ley según nuestro Rector, ¿intervinieron las Universidades?, ¿fueron presos los Rectores?, ¿se les abrieron causas judiciales?
Se dijo que el tema fue ampliamente debatido el año pasado en la Facultad de Química y que todos estaban de acuerdo. Mentira. Conozco al menos veinte o treinta personas en esa facultad, que no es donde trabajo, que no acuerdan con incorporar los fondos provenientes de la minería a cielo abierto
Los más de dos millones ingresados al presupuesto 2011 de la UNSL, ya estaban distribuidos en obras. La sesión de ayer fue la “mise en scéne” para nuevamente, mediante el manazo democrático, echar manos de dineros cuestionados en su origen.
¿La discusión?, bien gracias. ¿la ética?, Shh duerme no la despiertes. ¿los principios reformistas?
¡Ay, qué pregunta! Ya todos saben que los dineros que nos sobran son la vergüenza que nos falta.
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