Roberto Rodríguez lo manifestó en obvia relación a las grandes diferencias entre quienes están a favor y en contra de la minería en dicho departamento, pese a que el gobierno local decidió frenar sus proyectos. Por ello, el prelado confirmó que el 4 de agosto visitará Famatina para dialogar con los vecinos de allí y “poder tener una idea acabada” de las posiciones de los pro y anti mineros. En ese contexto, el obispo advirtió que “un pueblo dividido no es signo de progreso” y por ello convocó a la “reconciliación”.
“En la Iglesia se respetan las distintas posiciones que hay en aquella zona y el deseo es que la comunidad se reúna”, dijo el religioso.
En ese sentido, anunció que para “llegar a tener una idea acabada” de las posiciones que tienen los pro y anti mineros, el 4 de agosto visitará Famatina y verá “los caminos a seguir”, respecto de las situaciones que las mujeres catequistas que fueron corridas por el Cura Omar Quinteros.
“En todo tiene que haber caridad y encuentro porque la Iglesia no puede ser un lugar de desencuentros”, consideró Monseñor. “La definición última, frente a temas técnicos, es que esa relación se haga no descalificándose uno con respecto a otros sino que se haga en un ambiente sereno de padres, vecinos que se han dividido no es signo de progreso, sino que es sentarse a dialogar y no ideologizarse”, indicó por otro lado.
“No me consta totalmente”, dijo respecto de la versión que el cura habría corrido a catequistas de la Parroquia de Pituil. “Es un paso a estudiar y ver bien como es la cosa en el lugar”, expuso. A su entender, “hay que investigar bien la situación que a su tiempo se dará a conocer”.
Ante el rumor que el padre Enrique Martínez podría sucederlo frente a la Iglesia, el Obispo expresó finalmente que “en la Iglesia puede pasar cualquier cosa y siempre ocurre lo inesperado”.
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