León asesino.

Documento exclusivo: Olé te muestra qué pasó en la popular Pincha vs. Nacional y te cuenta por qué se armó la guerra de la barra que terminó con un herido de bala.
La imagen es tremenda. El Conejo para unos, Felipe para otros, se muestra con total impunidad blandiendo un arma frente a la multitud que el jueves copó el Unico de La Plata. Segundos después, Sergio Chans, alias el Uruguayo, caería herido con un balazo en la ingle. Todo a la vista de efectivos policiales que estaban dentro de la cancha y no hicieron nada. Todo a la vista de las cámaras de TV que obviaron mostrar lo sucedido en la transmisión del encuentro. Las instantáneas, además, dejan en claro otra cosa: los barras manejan a piacere la vida y la muerte en los estadios del fútbol argentino. Ahí, en las fotos que Olé muestra, está toda la primera línea de la barra Pincha haciendo de las suyas. El jefe del operativo dijo, al final del partido, que todo había salido perfecto, que apenas había habido una escaramuza. Bienvenidos a la Argentina que no descansa nunca.

La guerra que estalló el jueves estaba preanunciada desde un par de semanas atrás y demuestra el grado de locura y tensión que vive hoy la barra Pincha. Su líder es Fabián Giannotta, un ex cabo exonerado de la Bonaerense. Desde que asumió el control, el grupo histórico de los violentos del León, identificados con el legendario Hache Alonso, quisieron desbancarlo. Pero jamás pudieron. En el Apertura 08 hicieron un intento cuando fueron en dos micros a La Paternal a ver a Estudiantes contra Argentinos Juniors. Pero la Federal no los dejó llegar, hubo una requisa violenta y todos terminaron con una causa por resistencia a la autoridad, que les sirvió a los organismos de Seguridad para aplicarles el derecho de admisión. Giannotta y su grupo, en cambio y a pesar de que varios tienen también causas judiciales, pudieron seguir yendo.

También podía ir Sergio Chans, alias el Uruguayo, un histórico de la tribuna Pincha que pasó por todas las conducciones. Criado en San Francisco Solano, el Uruguayo se ubicaba en la popu junto a la gente de la filial Quilmes, de la Agrupación Martín Palermo y de la Agrupación Valente, ésta última también afín en su momento a Giannotta. Pero su suerte comenzó a cambiar meses atrás, cuando en un asado en el country de City Bell reclamó por unas entradas, la discusión fue subiendo de tono y terminó cuando uno de los líderes le puso un revólver en la cabeza. A partir de entonces, Chans, uno de esos hinchas cuyo rostro es conocido por cualquiera que siga a Estudiantes, empezó a espaciar su presencia en la tribuna. Casi no fue en el Clausura 09 y sí en cambio a la Copa. La situación, además, cobró otro condimento. Los rivales de Giannotta, que se hacen llamar Los Leales, consiguieron a partir de la gran relación del Hache con gente de la Selección, ser la barra oficial del equipo de Maradona. Y hasta llevaron una bandera contra el ex cabo al debut oficial del Diez frente a Venezuela. Giannotta, entonces, empezó a ver conspiraciones para bajarlo por todos lados. Y en los Cuartos de final de la Copa, cuando la barra viajó a Uruguay para jugar contra Defensor, no la pasó del todo bien. Cualquiera podía haber ideado la agresión. La propia barra de Defensor o la de Nacional, teniendo en cuenta la legendaria amistad que hay entre la de Estudiantes y la de Peñarol. Pero Giannotta compró otra hipótesis. Que la emboscada se la había plantado Chans, quien, aliado a Los Leales, quería menguarle su poder. Pocos en el mundo Pincha le dieron crédito a esto, pero por las dudas, el capo de la barra jugó. Sabía que contra Nacional el Uruguayo y su grupo irían a la popular Sur. No fue muy difícil identificarlos: tenían banderas de Peñarol y una camiseta gigante de Nacional con la leyenda: "Gallina, la entregás". Fue entonces cuando la primera línea de la barra oficial decidió actuar. Como muestra Olé en las imágenes, se puede ver a Fabián Giannotta, el Gordo Pelín, Kunta Kinte, Dieguito y más, agrediendo al Uruguayo y robando las banderas aurinegras. En medio de esa pelea, ante la pasividad policial, Conejo para unos, Felipe para otros, peló un arma. Segundos después, Chans caía herido con un balazo en la ingle. Y como si nada hubiera ocurrido, lo trasladaron al hospital y el partido siguió sin detenidos. Lo más notable sucedió al final cuando el jefe del operativo le dijo a Olé que nada había pasado.

Pero las imágenes son elocuentes y la Justicia y el Coprosede actuaron. Se analizaron las filmaciones en poder de la Policía y se pudo establecer con un alto grado de certeza, la identidad de la persona responsable de la agresión. Estos datos ya fueron remitidos al fiscal que interviene en el caso, Alejandro Villordo, para que ordene las medidas pertinentes.

¿Qué puede pasar de ahora en más? Es difícil predecirlo, lo cierto es que la barra de Estudiantes es un polvorín que viene estallando cada tanto en los últimos años (ver pág. 23) y según allegados a Giannotta, éste no piensa abandonar a pesar de lo sucedido y redoblaría la apuesta mostrándose en el Centenario el próximo miércoles, en la revancha por la semi copera, aun cuando no se permiten visitantes. Claro que podría ser su último partido: con el escándalo instalado, el Coprosede ya avisó que estudia aplicarles a todos los que aparecen en las imágenes, el derecho de admisión. Si efectivamente lo hace, no podrán ingresar las primeras líneas de ninguno de los grupos en pugna. Y Estudiantes y el Estado tendrán una oportunidad histórica de limpiar de vándalos su tribuna. ¿Lo harán?

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