Luego de quince años instaurado como una propuesta vital en el caluroso mes de enero en la ciudad, es casi un hecho que en 2013 no habrá Encuentro de Motos.
Si bien no ha habido -al menos a través de este medio- una comunicación oficial sobre la cancelación de la edición 2013, una alta fuente reveló en estas horas a LA MAÑANA que los organizadores no han recibido el apoyo que sería indispensable para lanzarse a la organización de la que sería la décimo sexta edición de la ya tradicional propuesta veraniega. Además, la coyuntura climática no ayuda en lo más mínimo, dado que desde hace meses llueve demasiado en la zona y se espera que en enero nada cambie en la materia. Además, mencionar que el clima no viene siendo halagüeño en la zona sirve para explicar la incertidumbre de los organizadores respecto de la cantidad de visitantes a un Encuentro de Motos, dado que no sólo en Bolívar sino en ciudades de la región (9 de Julio, Olavarría, Pehuajó, Azul) viene lloviendo por encima de los promedios históricos de los últimos años, y esto obviamente conspira contra la visita de moteros.
DE MENOS A MÁS
Luego de algunos cuestionamientos iniciales entroncados con el carácter conservador de los pueblos del interior (en eso tampoco Bolívar es una isla), el Encuentro de Motos fue echando raíz en el paladar de los habitantes de nuestra ciudad. Al principio los motoqueros "asustaban" al bolivarense promedio, y lo perturbaban con el ruido y su modo de conducirse en la calle. Algunos incluso blandían cuestiones de seguridad con las que pretendían, consciente o inconscientemente, poner palos en la rueda del Encuentro.
Sin embargo, la propuesta fue lentamente dando vuelta la pulseada. A algunas ediciones concurrieron cerca de mil motoqueros, con todo el color que eso supone. Muchos de ellos acreditan varias participaciones aquí, al punto que en algún sentido terminaron por ser locales en los veranos bolivarenses. Además, las caravanas de motos que se realizaban los sábados por la tarde por las calles de la ciudad, con los años fueron seguidas con entusiasmo por una multitud de personas. También las pruebas de destreza que se llevaban a cabo en el parque, el epicentro de la propuesta, reunían a una interesante cantidad de gente. Por otra parte, se montaba en "Las Acollaradas" una feria artesanal, cubierta por muchos artesanos locales y muchos foráneos, que viajaban desde lejos por la buena fama que fue granjeándose nuestro Encuentro. Por la noche del sábado se ofrecía rock en un sector del pulmón verde de la ciudad, y el programa nucleaba a bandas de acá con grupos de afuera. Los boliches, restoranes y hoteles se veían claramente favorecidos con una oleada de ventas que no hubieran conseguido de otro modo, y que tal como están las cosas hoy, seguramente no lograrán ningún fin de semana del enero próximo. También, es obvio, conseguían su plus las estaciones de servicio y alguna que otra repuestería o gomería. Todo esto se vería interrumpido esta temporada, dado que por lo motivos explicados es casi un hecho que no habrá Encuentro de Motos, al menos en los primeros fines de semana del año entrante. Una última posibilidad sería que aparezca alguien (una institución, una empresa, el municipio) que solvente los elevados costos económicos y de infraestructura que implica organizar una fiesta popular de tamaña envergadura, pero al día de hoy la información es que el Encuentro 2013 está virtualmente 'caído'.
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