Lo que hace prever que el Gobierno nacional dio marcha atrás y tomó algunos de los reclamos que habían jaqueado la llegada de la iniciativa al Congreso.

La reunión fue con Zanini en Casa Rosada y duró poco más de una hora. Sapag y Buzzi se retiraron con el borrador que tendría carácter de definitivo. Esto es: el Poder Ejecutivo podría aceptar retoques al texto, pero en los lineamientos centrales se trataría de una “última oferta”. Igualmente, a la salida del cónclave deslizaron que Zanini se mostró “empático” con las “propuestas” de las provincias.

Según explicó Buzzi, antes de presentar la propuesta del Gobierno la harán llegar al resto de los gobernadores de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi). Y luego se reunirá a este foro, entre lunes o martes de la semana próxima, para alcanzar una posición unificada. Recién ahí volverán a contactarse con Zanini para cerrar la discusión y dejar la ley lista para ser discutida en el Congreso.

Ayer, el propio Buzzi admitió los aspectos del proyecto que resistían junto a Sapag y sus pares de Mendoza, Francisco “Paco” Pérez, y el de Río Negro, Alberto Weretilneck: mencionó “la participación de las empresas provinciales de hidrocarburos, el tema del canon, los límites y la participación en cuestiones ambientales y la cuestión de las regalías”.

Como informara BAE Negocios, parte de esos puntos estaban cerca de ser saldados. En uno de los más conflictivos, el Gobierno nacional aceptaría que las provincias cobren un canon de ingreso a las empresas que prorroguen sus permisos de explotación y, también, subir en esos casos el tope del cobro de regalías, que pasaba de 12% a 15%.

Con respecto al sistema de acarreo, hubo una señal reciente desde Neuquén. El Gobierno provincial sacó a licitación dos áreas sobre Vaca Muerta con participación de la estatal petrolera, Gas y Petróleo (GyP), pero sólo para las etapas exploratorias. Si se avanza hacia el período de explotación, GyP deberá aportar el porcentaje de inversión inicial que corresponda según su participación accionaria. Esta podría ser una salida para la traba del acarreo, ya que la resistencia de Galuccio era al esquema tradicional de “carry”, en donde las provincias licitaban yacimientos con participación en la sociedad de sus empresas, pero sin aportes de capital. Lo que, según su visión, atentaba en el proceso de seducción que se requiere para atraer las millonarias inversiones que se necesitan para la producción de combustibles no convencionales.

El deseo del Ejecutivo era tener la foto de la Presidenta con los gobernadores, replicando la del 6 de junio, cuando se presentó el primer borrador que quedó trabado por tres meses. La foto se frustró por el viaje de Cristina al Vaticano el día 19.