El pasado 9 de octubre se hizo el último relleno de estas botellas que vienen utilizándose desde 1932 y que los consumidores podían retornar a cambio de un depósito de US$ 0,20.

La empresa que opera en Winona, Minnesota, había realizado la operación de llenar las botellas retornables la cual anunció que ya no era negocio continuar haciéndolo.

Alrededor de 6.000 botellas fueron rellenadas por última vez y se venderán a US$ 20 para recaudar dinero al servicio de una obra de beneficencia.

Las botellas de 8 onzas que tienen menos vidrio y más contenido seguirán utilizándose en EEUU. Esas botellas tienen menos vidrio pero contienen más bebida.

"La producción era difícil de ser reemplazada y ellos mantuvieron la operación por el mayor tiempo posible", comentó Susan Stribling, portavoz de Coca-Cola.

Hoy en día las botellas retornables de vidrio siguen utilizándose sobre todo en los mercados emergentes.