El grupo de Unidos por el Silencio resaltó que en la ciudad hubo dificultad con la música a decibeles elevados e indicaron que hubo poco control.
Una de las denuncias de los miembros de la asociación fue la falta de operativos en los barrios y que el único punto de control fue el local bailable ubicado entre la avenida Poncho Verde y la calle Brasil.
Asimismo, manifestaron que en la madrugada y mañana de ayer “hubo gente enferma y recién operada que no pudo dormir en toda la noche debido a que sus vecinos la atormentaron con potentes equipos de sonido hasta las 10.30 de la mañana”, lo cual generó graves denuncias vecinales y problemas.Por otro lado, las contravenciones registradas por la asociación corresponden a violaciones del artículo 2, inciso “c” del Código de Nocturnidad que prohíbe el uso de sonido amplificado en domicilios particulares”.
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