Agrónomos de la UBA sostienen que la obra del Metrobus es "un horror al que podrán sobrevivir unos pocos ejemplares". Los especialistas aseguran que para cuando llegue la primavera, muchos de ellos estarán secos.
Gabriel Stekolschik
La Avenida 9 de Julio cambia su fisonomía para dar lugar a una alegoría de la modernidad: el Metrobus. Según el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA), la obra involucra la eliminación de 28 árboles que estarían en malas condiciones fitosanitarias y el trasplante de otros 277 ejemplares arbóreos. De estos últimos, 108 tienen un nuevo hogar en otros parques y plazas y 169 se relocalizan dentro de la traza de la misma avenida, muchos de los cuales "estarán muertos en los próximos dos años", según afirma un informe realizado por ingenieros agrónomos de la Universidad de Buenos Aires. En su favor, el gobierno porteño afirmó que encargó la tarea al "experto en trasplantes" Francisco "Pancho" Inomata, aunque lo confunde con Yasuo Inomata, ingeniero paisajista japonés radicado en la Argentina, que fue responsable trabajos de trasplante más importantes de los últimos años.
La operación de trasplante desató un sinnúmero de críticas de parte de los especialistas: "En los próximos dos años la mitad de esos ejemplares estarán muertos", sostiene el ingeniero agrónomo Héctor Svartz, profesor a cargo de la Cátedra de Jardinería de la Facultad de Agronomía de la UBA. "De este horror podrán sobrevivir algunos árboles", confirma el ingeniero agrónomo Carlos Anaya, único arborista argentino certificado por la International Society of Arboriculture.
Según Anaya, "cuando llegue la primavera y no broten es probable que los carguen por la noche en camiones y terminen en un relleno sanitario, y a la mañana siguiente 'aparecerán' en su lugar cientos de arbolitos malformados con onerosos tutores formando una especie de barrilete con cintas amarillas y la leyenda 'ciudad verde'."
Svartz advierte que "con las tormentas violentas que estamos teniendo, si no se los llevan existe el riesgo para las personas de que los ejemplares muertos se caigan".
En su página de Facebook, Diego Santilli, ministro de Ambiente y Espacio Público del GCBA, escribió: "La mayoría de las intervenciones que hemos realizado sólo han consistido en correr los árboles." Anaya ironizó: "Indudablemente, la idea fue correrlos y no trasplantarlos."
Por otro lado, un documento del GCBA, disponible en el sitio web oficial explica que "las tareas están a cargo de la Dirección General del Arbolado que cuenta con el asesoramiento del Lic. Francisco Inomata, experto argentino formado en Japón especializado en cultivo, manejo y trasplante de grandes ejemplares. Inomata ha dirigido el trasplante de centenares de árboles tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires. Fue responsable técnico de las tareas de poda, trasplante y mantenimiento de los árboles y arbustos de la Ruta Panamericana y Av. General Paz, y de la ampliación de la Panamericana, en 1994". Sin embargo, esos trabajos fueron realizdos por Yasuo Inomata (ver aparte).
El proyecto en la Avenida 9 de Julio prevé plantar en las áreas de las estaciones del Metrobus especies nativas del norte argentino. Entre ellas, la Bauhinia forficata, vulgarmente llamada "pezuña de vaca". La ingeniera agrónoma Ana Beatriz Guarnaschelli, profesora adjunta de la Cátedra de Dasonomía de la FAUBA, dice no estar de acuerdo con la decisión. "Es una planta preciosa por sus flores, pero tiene unas espinas gigantes", explica. "Van a poner cerca de la gente plantas que, si no les hacen las podas de mantenimiento, van a lastimar a una persona", avisa Svartz, y finaliza: "Todo este modo de actuar atenta contra la seguridad de las personas, bienes públicos y privados, la sobrevida de los árboles, el valor ambiental y paisajístico de los mismos, y constituye una violación a toda legislación relacionada con el ambiente, el paisaje, el arbolado urbano y los derechos de los ciudadanos." «
el pro atribuye las obras de un paisajista japonés a otro
"Cortar un árbol lleva un minuto mientras que salvarle la vida, meses. Tenemos que comprender que la naturaleza es una sola y no se recupera", dijo alguna vez Yasuo Inomata, un Ingeniero Paisajista japonés, formado en la Universidad Nodai de Tokio, que llegó a la Argentina en 1966, y se hizo conocido por su trabajo en el Jardín Japonés de Escobar y el de Buenos Aires y las obras de ampliación de la ruta Panamericana y de la Av. General Paz, en los '90.
Francisco "Pancho" Inomata, en cambio, es argentino. Se graduó como licenciado en geología y fue dueño de un vivero en el barrio de Belgrano. Actualmente posee una empresa, INEVAR, dedicada al mantenimiento y construcción de espacios verdes. Y no tiene nada que ver con Yasuo. "No lo conocemos", confirmó a este diario la hija del paisajista próximo a cumplir 75 años. Francisco "Pancho" Inomata estuvo a cargo de los trasplantes en la 9 de julio. Pero más allá de la coincidencia en el nombre, el gobierno porteño lo promociona como si fuera aquel. En el sitio web oficial de la ciudad, afirma que "Inomata (por Francisco) ha dirigido el trasplante de centenares de árboles tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires. Fue responsable técnico de las tareas de poda, trasplante y mantenimiento de los árboles y arbustos de la Ruta Panamericana y Av. General Paz, y de la ampliación de la Panamericana, en 1994", tarea que en realidad hizo Yasuo. La confusión llegó a la revista Viva, de Clarín, que en su edición del 24 de marzo de 2013 atribuye estos trabajos a Francisco.
Para aquellas tareas de poda y trasplante de los árboles y arbustos y, Yasuo implementó una tradicional técnica japonesa denominada "tarumaki" que, según las crónicas de esa época, produjo excelentes resultados. Por eso, el ingeniero agrónomo Héctor Svartz, advirtió que "ningún experto internacional o nacional, profesional de las ciencias forestales o agronómicas, realizaría semejante disparate".
"Por error"
Cambio de bancos
El ministro porteño de Espacio Público, Diego Santilli, afirmó que el remplazo de los bancos de madera de la Reserva Ecológica se realizó "por error", ya que la intención era "repararlos". Ahora, dijo, se sumarán "50 nuevos bancos de madera".
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