Fue invitado por Luis y Carlos Ortiz Basualdo a conocer su estancia en Huemul, y quedó maravillado con el lugar. La región tuvo un desarrollo notable durante su presidencia de Parques y fue el fundador de la Estanzuela Cumelén.
La República Argentina ha sido el tercer país de las Américas en crear un Parque Nacional. Primero fue Estados Unidos y luego Canadá. Por decreto del presidente Julio Argentino Roca del 1 de febrero de 1904, la Argentina tendría su Parque Nacional, al aceptar la donación con ese cargo efectuada por el Dr. Francisco Pascasio Moreno.
Esto no se concretó hasta la promulgación de la ley 12.103, ocurrido el 9 de octubre de 1934, elaborada por el Dr. Exequiel Bustillo a instancias de la Comisión de Parques Nacionales presidida por el Dr. Ángel Gallardo. Este último instituyó el régimen de funcionamiento de estas áreas y creó el Servicio de Parques Nacionales como una administración autárquica, a la que designó su autoridad de aplicación.
Al sistema integrado entonces por los Parques Nacionales Nahuel Huapi e Iguazú, pronto se sumaron el Lanín, Los Alerces, Perito Moreno y Los Glaciares, establecidos por la ley 11.895 del 11 de mayo de 1937.
La nueva Administración de Parques Nacionales, bajo la conducción del Dr. Exequiel Bustillo y luego del Dr. Luis Ortiz Basualdo, se basó en una política expeditiva y enérgica. Tal es así, que gran parte de las obras de infraestructura existente en estos parques hasta el día de hoy, a saber: caminos, muelles, casas de guardaparques, instalaciones de cada una de las intendencias y hoteles, fueron realizadas en esa etapa inicial.
La Administración, además, acometió una obra civilizadora, construyendo edificios públicos como escuelas, iglesias, hospitales y estaciones ferroviarias, en los pueblos de Iguazú, Villa la Angostura, San Martín de los Andes y San Carlos de Bariloche.
El Centro Cívico es un claro exponente de lo antedicho, comprendido dentro de las áreas del sistema, por lo que fue desafectado desde entonces, dado que el quehacer municipal no debe ser una de sus responsabilidades.
El Hotel Llao Llao
Hasta el año 1934, tanto la Patagonia como su zona andina, con sus enormes extensiones y riquezas naturales, se encontraban totalmente despobladas y vírgenes.
En el marco de una iniciativa por afirmar la soberanía nacional, se idearon una serie de acciones políticas que comenzó con la creación de la Dirección de Parques Nacionales. En 1934, a través de la Ley 12.103, se determinó la creación de la Dirección Nacional de Parques Nacionales. Se denominó a la primera zona de reserva “Parque Nacional Nahuel Huapi”.
Entre las atribuciones que la ley fijaba, figuraba la de fomentar el turismo, razón por la que se comenzó a pensar en la edificación de hoteles y villas turísticas, e instaurar servicios de transporte lacustre.
Las posibilidades que esta región presentaba para llevar adelante esta política, deslumbró al Dr. Ezequiel Bustillo. Cuando asume la presidencia de la Dirección de Parques Nacionales, se propone encarar de inmediato el proyecto de crear un hotel 5 estrellas.
Es decir que junto con la creación del Parque Nacional Nahuel Huapi, se tomó la decisión de edificar un hotel internacional, con el fin de aprovechar todo el potencial turístico que esta zona del sur de Argentina poseía y de dar origen a poblaciones.
El ambicioso proyecto recayó en las manos de su hermano, el arquitecto Alejandro Bustillo, un artista insigne.
En tanto, el contexto urbanístico tenía que acompañar tamaña empresa. Hubo que dotar a la población de Bariloche de agua corriente y cloacas. En 1938 se pavimentaron las primeras 12 cuadras del ejido urbano. Se ejecutó en más dos años la construcción del Centro Cívico de la ciudad, la edificación y urbanización de la costa del lago hasta Llao Llao. El plan progresista incluía oficinas para correos, telégrafos, farmacia, sucursal del Banco Nación y cancha de golf en las cercanías.
El 8 de enero de 1938 se inauguró oficialmente el Hotel Llao Llao de San Carlos de Bariloche. Desde sus comienzos, fue un polo para el turismo en Bariloche, así como un atractivo único promocionado en el país y el exterior.
El 26 de octubre de 1929, un incendio destruyó por completo el hotel en tan sólo cuatro horas. A primera hora de ese día se informó de lo acontecido al intendente del Parque Nacional, ingeniero Christiensen. Este último telegrafió a Buenos Aires la noticia que llegó al presidente de Parques, Exequiel Bustillo.
Expeditivo, pidió una entrevista con el presidente de la Nación, le ofreció la renuncia pero no fue aceptada. Entonces, solicitó fondos para la reconstrucción inmediata del hotel.
La misma noche del 27, viajó en tren de regreso a Bariloche, y sólo con media palabra oficial anunció la reconstrucción rápida del hotel.
El 15 de diciembre de 1940, tan sólo 12 meses después del brutal incendio, el Hotel Llao Llao fue nuevamente inaugurado, posicionándose definitivamente como el lugar elegido por la aristocracia y los sectores oficiales y diplomáticos, entre otros huéspedes ilustres.
La Catedral
Su hermano arquitecto ofreció un proyecto gratuitamente para lograr la construcción de la Catedral de Bariloche. Con un estilo visualmente particular, orientado según las bases neogóticas con reminiscencias francesas, con muros de piedra y techos negros, se elevaron 69 metros de impecable obra.
La intervención de Exequiel se hace carne en el momento de analizar los vitrales de la Catedral. Fue el ideólogo responsable de conseguir los fondos para su adquisición, puesto que promocionó una Comisión de Damas presidida por la señora Isabel Nevares de Ortiz Basualdo –hermana del obispo Jaime de Nevares- quienes recibieron las donaciones necesarias.
El encargue llegó a Buenos Aires, donde un francés llamado Enrique Thomas, poseedor del arte preciosista del vitral.
El debate ahora se centraba en determinar las imágenes que debían contemplarse en los vitrales.
Exequiel se comunicó por tal motivo con monseñor Essandi, sugiriéndole mesuradamente la posibilidad de vincular las imágenes con semblanzas regionales. Monseñor Essandi aprobó con entusiasmo, y en el taller de Enrique Thomas se comenzó a diseñar una imagen de Nuestra Señor del Nahuel Huapi, patrona del templo, e imágenes vernáculas.
En los vitrales se encuentran representados, además, los aborígenes, el padre jesuita Nicolás Mascardi, fray Francisco Menéndez, el general Julio A. Roca, Ceferino Namuncurá, el primer cura de Bariloche padre Milanesio, ¡y hasta los arquitectos del templo!: Alejandro Bustillo representado como San Rafael y Miguel Ángel Césari, como san Miguel Arcángel.
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